lunes, 19 de julio de 2021

Recomendadísima lectura: Zenobia Camprubí. La llama viva.

 

¿Conocéis a esta mujer de la foto? Hace como un año y medio, la senté en este rincón cuando comencé a oír su nombre en diferentes libros, Zenobia Camprubí - ¿Quién fue Zenobia Camprubí? -. 

Los pasados Reyes, mi madre que es muy lista le encargó a los señores de Oriente que me dejarán debajo del árbol la biografía maravillosamente escrita por Emilia Cortés sobre ella, Zenobia Camprubí. La llama viva. Porque Zenobia aunque se dedicará en cuerpo en alma a su marido el poeta Juan Ramón Jiménez,  tenía entidad propia, valor y una valía personal, social y laboral que deberíamos conocer.

La señora Camprubí fue una de las personalidades más interesantes de la primera mitad del S. XX.Ç

Una mujer moderna, brillante e inquieta, luchadora, independiente, comprometida socialmente con la igualdad de la mujer y las necesidades de los niños y niñas. La suya fue una vida plena involucrada en innumerables frentes; escritora y traductora, empresaria visionaria y pedagoga entregada a la infancia.

Todas estas labores, que desarrolló tanto en España como, tras su exilio en 1936, en EEUU y Puerto Rico, las compaginó con la organización de los archivos de Juan Ramón y la redacción de su correspondencia.

Huyendo de todos los convencionalismos del género biográfico, en el que los datos históricos y sociales a menudo impiden un acercamiento profundo a la persona recordada, este libro muestra la personalidad íntima de Zenobia Camprubí a través de un conjunto de textos a menudo omitidos en las biografías tradicionales: diarios, notas, reflexiones, correspondencia...


El resultado es una biografía sorprendente, emocionante y conmovedora. En ella la voz de la señora Camprubí resuena son intermediarios para transmitir sus anhelos, sus preocupaciones, que fueron muchas, su dolor que representa al de muchas mujeres de aquellos años, que representa al de muchas mujeres de aquellos años, y, sobre todo, la increíble energía y el amor sin límites con que acometió todas la facetas de su vida y todos y cada uno de los proyectos en los que se embarcó. Amor y energía que le valieron el apelativo de "la llama viva" por parte de Juan Ramón Jiménez.


Ya no es que sea una biografía absorbente -que los es- sino que la mujer que la protagoniza era un ser de luz, con una fuerza capaz de tirar de muchos carros a la vez:

- Comenzando por su marido que era de carácter flojo y siempre escondido detrás de sus faldas y dejando todas las responsabilidades a ella.

- Con su familia, por que luchó por el amor inmenso que le tenía al poeta.

- Por la infancia, por la que se preocupó u ocupó cuando estalló la guerra y se vio obligada a abandonar España para siempre.

- Del trabajo, porque si algo la caracterizó fue ser una mujer muy trabajadora, no solo se dedicaba a su marido, sino que trabajó en diversos campos de forma muy intensa para poder comer.

- De su enfermedad, la cuál quizá arrastraba desde muy joven y que la lastró, haciendo de los últimos años de su vida, una experiencia dolorosa en el cuerpo pero también en el alma de dejar a su marido solo, y tratando de protegerlo en lo emocional, lo laboral, lo social y lo económico hasta cuando ella ya no estuviera.

- Por sus ideales y principios a los cuáles no renegó y es más trabajó por ellos divulgándolos hasta el final. Su feminismo queda más que claro en sus escritos y exposiciones públicas.

Una mujer que supo donde ganarse la vida y que aunque de un tiempo a esta parte se está nombrando más, creo que todavía queda mucho luz por entrar en la ventana de Zenobia.

¿Os lo recomendaría? Por favor leerlo, porque seguro que vais a conocer muchas facetas en una misma mujer. Una parte muy especial de esta biografía son casi las últimas cien páginas donde se nos ofrece la lectura de sus correos personales con amistades, familiares y sobre todo con su amor, con Juan Ramón.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y espero veros mañana con otra mujer impresionante.

:) :) :) :) :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario