Pero para felicitar a Paula me debo remontar a hace casi o más de 20 años cuando en un colegio de Madrid del Barrio de Ciudad Lineal conocí a la que con el paso de los años ha terminado siendo una de esas amigas que te acompañan en el viaje que consiste vivir y que ya no solo ha terminado siendo una de mis mejores amigas, sino que mi vida a día de hoy no la concibo sin tenerla a mi lado. No hay nada que me suceda, inquiete o alegre que no lo comparta con ella, a su lado.
Los años fueron pasando y aunque hubo tiempos de más o menos contacto siempre de forma directa o indirecta hemos tenido contacto, que se vio fortaleciendo ya cuando fuimos adultas. Un cariño que se fue afincando y echando raíces cuando llegaron a nuestras vidas primero mi chico y luego a la vida de mi amiga Nuria, su marido.
Un tipo que no es que sea increíble, que lo es, sino que es simpático, trabajador, buena gente, gracioso, buen marido, buen amigo porque me lo ha demostrado cuando lo he necesitado, sino que está resultando ser uno de los mejores papis que he conocido. Aunque Javi ya apuntaba maneras.
Después de unos años desde que se casaron en una boda que yo recuerdo como mítica, el 10 de diciembre a eso de las cinco y pico o seis de la tarde llegó a sus vidas un ser que de pronto todo lo ha cambiado a mejor, a un color más bonito, a unas sonrisas más dulces, a unas miradas más cómplices, a un amor más amplio, Paula.
Una preciosa y digo preciosa no como tópico, porque de verdad no hay sonrisa más bonita que la de mi niña, llegó Paula.
Con tres kilos y pico y más de 50 cm. nació una niña sana, fuerte y que todo a su alrededor lo ha llenado de felicidad, energía positiva y grandes dosis de amor. Todavía recuerdo el día anterior a que ella llegará (porque mira que se resistió "la pingo") cuando vi a Nuria con esa cara de cansancio enorme debajo de mi casa, ese abrazo y esas lágrimas mías de emoción de sentir que el día deseado llegaba y que Paula ya no solo era un nombre sino una realidad que se cumpliría casi 24 horas después. Y por supuesto que a partir del día siguiente la vida cambiaría, pero a mejor, porque ella solo trae felicidad y alegría.
No recuerdo haber llorado tanto cuando recibí las fotos de mi sonrisas y saber que tanto ella como su mami estaban genial. Y ya verla en persona por primera vez y tocar esa piel suavecita, con ese olor increíble fue una experiencia que desde aquí le doy las gracias a mis amigos por dejarme vivirla.
Dejarme vivir a su lado las primeras tomas de ella, sus primeras lágrimas, ese primer baño que ahora escribiendo y recordándolo se me caen las lágrimas de ver a mi niña disfrutando con el agua cayéndola por la cara, poder ver como va creciendo, como esa cara y ese cuerpo van cambiando y sobre todo que ella sea significado de sonrisas eternas.
¿Cómo describir que cuando su madre me abre la puerta y me ve lo primero que me hace es sonreír? Yo quiero que Nuria cierre y cierre la puerta y me la vuelva a abrir solo por ver esa sonrisa gigante en esa preciosa cara.
¿Por qué cómo no querer a una personita que ha salido del amor de dos de las personas qué más queremos mi chico y yo? Es imposible y eso que cuando yo conocí que venía a este mundo mi voz no era la más correcta, pero eso ella no me lo tuvo en cuenta y siempre me regala sonrisas e intentos de decirme algo.
Felices 6 meses y 2 días Paula, que todos los días sean bonitos y que yo los pueda ver cariño mío, "tu tía política" te quiere mucho.... si cuando salgo de verte me dan ganas de volver a casa bailando solo de haber pasado un ratito con mis dos chicas de la calle Álcala.
Besos rinconer@s y hasta mañana con más pero no aseguro que mejor, porque Paula es insuperable
:) :) :) :) :)
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