Ágil, corta y emocionante. Concha Méndez: memoria habladas, memorias armadas

"Fue una personalidad muy dinámica que son su energía y creatividad destacó en varios de los capítulos más emblemáticos de la vida cultural española del S. XX. Novia de Luis Buñuel, amiga de Maruja Mallo y Salvador Dalí, discípula de Rafael Alberto y Federico Gª Lorca, ella fue una figura en el mundo de la vanguardia artística de los años 20, mientras que en los años 30, coincidiendo con su matrimonio con Manuel Altolaguirre, entró a formar arte de la Generación del 27, colaborando con su marido en la edición de revistas como Héroe y Caballo Verde para la poesía.

Si la vida de Concha Méndez merece ser recordada, no es tanto por su amistad con tal o cual figura famosa, sino más bien por su propia historia de emancipación. Una historia de independencia ejemplar que en estas Memorias es recogida con gran afecto, pero también con mucha gracia por su nieta Paloma Ulacio Altolaguirre, al armar el relato de cómo su abuelo fue liberándose de los tabúes del mundo en que había nacido para ir creando poco a poco -en poesía pero también en teatro- un mundo propio, a la altura de su experiencia y a la medida de sus deseos".

Concha fue una mujer inmensa...

Creadora de las Sin Sombrero...

Pionera para muchas...

Inteligente... 

Culta...

Una mujer a que le toco vivir en unos tiempos donde después de haber trabajado y luchado tanto por la igualdad y derechos de las mujeres, llegó la guerra, el exilio y el volver a luchar desde la resistencia y el olvido deliberado y machista de unos compañeros que no la quisieron dar su lugar. Tuvo que buscar su sitio y aprender a buscarse la vida lejos de casa y de aquellos sueños que tuvo y peleo.

Este homenaje a Concha Méndez lo podéis encontrar en la Editorial Renacimiento -de la cuál deberían hacerme socia- así que yo no me lo pensaría, leerlo y descubrir de su propia voz su historia, trabajo, sueños, anhelos y tristezas.

Espero veros esta tarde o quizás noche con una mujer que descubriros en estos últimos días de vacaciones del 2024 que han tenido altibajos, pero de las que me quedo amor, resistencia, resiliencia y una desagradable herpes.