"Presentó la oportunidad de adentrarse de lleno en todas las hipótesis que se han barajado sobre el presidio y la muerte de Federico, desde la más oficial, de que fue fusilado en agosto de 1936, a aquellas que cuentan que murió mientras era torturado, o esa más aventurada de que sobrevivió a todos esto y murió lejos de España.
Este ensayo no es un relato al uso, sino que sin olvidar los hechos, testimonios y toda la información existente sobre ellas, Manuel Bernal pone en pie, y desde diferentes puntos de vista, los momentos que pudo vivir el poeta, adentrándose en su personalidad, sensaciones y en su risa, pero también en la desesperación y el dolor de saberse en manos de una gente llena de odio y rencor. Incluye además la obra de una 2ª parte en lo que bajo el título Las voces amigas, aparecen los poemas y textos que le dedicaron a Federico sus amigos y amigas, cuando supieron de su muerte, perfectamente contextualizadas con detalles y anécdotas que harían al lector entender qué lazos unían a sus autores con el gran poeta de Granada".
Un relato breve que en cada uno de los caminos que sigue, se habla de dolor, odio, insensatez, incultura, asesinato, irracionalidad del genio que fue y que podría haber seguido cultivando a través de sus letras.
Un nuevo ensayo de la Editorial Renacimiento que he disfrutado y aprendido, porque son muchas las voces en torno al asesinato de Federico y muchas las especulaciones sobre su cuerpo, pero la verdad, la única, la universal, es que lo asesinaron.
Decía Pedro Salinas: Lo mataron; pero Federico salió vivo del crimen y ellos han salido irreversiblemente muertos. Ellos, que quisieron librarse de él, por el crimen, no se librarán jamás de su más terrible venganza, de la perduración de su sonrisa ancha campesina, de la perduración de su poesía.
¿Os lo recomendaría? Sí, yo me lo compré en la Librería Taiga, la cual os recomiendo siempre.
Este lunes ya os adelanto que va a ser muy lorquiano, porque esta tarde os veo con él, con Federico.
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