A estas horas del caso ya vivido miércoles os quiero sentar una parte de mí que mezcla mi pasión y amor por la lectura con mi intento de activismo feminista sobre todo desde hace unos 10 años. ¿Por qué no antes? Porque lo que yo sentía o veía no le ponía nombre y nada como nombrar para reconocer y en este caso para reconocerme como la feminista en pruebas que sigo siendo. En pruebas porque mi feminismo es algo que trabajo día a día, trato de no dejarme influenciar por mareas y documentarme, sobre todo documentarme mucho.
Creo que es no es la primera vez que cuanto esta historia por aquí, pero hace siete años un libro que encontré en la FNAC por casualidad de Nuria Varela, me cambio completamente la vida. Dio la vuelta a todas mis creencias, tirándolas por la ventana y abriéndome los ojos a un mundo violeta del que no puedo ni quiero salir. Declararte feminista y tratar de vivir acorde a ello, es muy complicado porque los muros de piedra con los que te chocas son durísimos, pero merece la pena, mirarme al espejo y no sentir vergüenza de mi misma y reconocer como el machismo sigue habitándome más de lo que me gustaría.
Detrás de esta foto que os enseño con Nuria, hay muchos años de leer, releer, repensar y hablar en alto o sola sobre los ensayos que esta mujer escribe. Esta mujer me volteó, me hizo cuestionar, me hizo pensar más allá de lo que puede salir en los medios de comunicación e hizo que sintiera que mi opinión y experiencias tenían una valía. Nunca he vuelto a leer un libro de la misma manera; nunca he vuelto a ver a los personajes femeninos de una película como antes; ir a visitar un Museo ya no es igual sino hay presencia de mujeres... La señora Varela plantó una semilla con ese Feminismo para principiantes, que solo fue el comienzo de decenas de lecturas, algunas en las que puedo estar de acuerdo y otras no, pero de todas aprendo y guardo.
Me hizo mucha ilusión que me firmará ese libro que tanta historia tiene entre sus páginas leídas y anotaciones en lápiz, y me emociono poder compartir con ella lo que significan sus libros y trabajo para mí.
Hace unos días escuche el presidente Sánchez que tiene amigos que no se sienten cómodos con el discurso feminista, a lo que yo le digo a usted, el feminismo es cuestionamiento e incomodidad porque sino ¿Qué necesitamos cambiar? Si os sentís incómodos, me alegro, porque eso será que aunque sea por solo un segundo te estas parando a algo que llaman pensar, y con la cultura de la inmediatez que estamos viviendo es imprescindible.
Gracias a la Feria del Libro de Madrid y gracias a Nuria por haberme dado la oportunidad por realizarme como la Natalia que soy hoy en día.
Un beso muy fuerte y recordar que como diría Desmond Tutú, si en una situación de desigualdad no te posicionas, estás del lado opresor, así que feminismo, muchos feminismo rinconeros y rinconeras.
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