Había oído hablar del sitio que os propongo esta madrugada del sábado en muchas ocasiones pero nunca nos habíamos lanzado a ir, hasta que llegó este horrible verano en lo referente al calor, y decidimos conocer las Piscinas naturales de las Presillas en Rascafría. Un sitio único, donde recargar pilas, descansar y salir con la piel tersa como una goma elástica por sus aguas gélidas.
¿Dónde está?
En el Valle del Paular, un enclave de la Sierra madrileña, que cuenta con una zona recreativa con grandes praderas verdes y una zona de baño dividida en tres piscinas naturales en el cauce del río Lozoya con vistas a un Pico legendario de Madrid, el Peñalara.
No hay que pagar la entrada a la piscina, solo el aparcamiento que está abierto de 10 a 21 horas. Los precios son:
- 9€, los coches.
- 4€, las motos.
- 30€, los autocares.
Consejos que os doy:
- No os olvidéis de la crema solar porque, aunque estamos en la montaña el sol pega y pega fuerte.
- Unos escarpines para entrar en el agua, porque hay piedras y la verdad es que pueden doler los pies.
- Aunque hay un cartel en la entrada que dice que está prohibida las sillas o mesas, pero si respetáis el entorno, a nosotros no nos dijeron nada y nos dejaron meterlas.
- El bar no es caro y lo lleva gente bastante agradable.
- Echarle un par de ovarios y bañaros, es verdad que el agua está gélida pero merece la pena.
- Ir por Lozoya, aunque el GPS os mandé por el puerto de la Morcuera, porque hay muchos ciclistas y las curvas no son aptas para personas como yo, que nos mareamos.
Las Presillas es un lugar perfecto para darse un baño y, en invierno, es un paraje relajado donde disfrutar de las mejores vistas con las cumbres nevadas.
En la página de estas piscinas, pone que la temporada dura hasta mediados de septiembre, pero todo depende de la climatología.
¿Os animáis a ir este fin de semana?
Un beso muy fuerte, y ahora sí que sí, os veo mañana :) :) :) :) :)
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