martes, 14 de junio de 2022

Y el bicho llegó... positiva

Después de 2 años y algunos meses cuando menos lo esperas y en el peor momento imaginable, el bicho del covid llegó a casa. Pero primero, os pongo en contexto:

Con la llegada de la ola de calor que casi nos fríe a mediados de mayo -más o menos como ahora-, comencé con un ataque alérgico brutal, muchos mocos, mucho escozor en los ojos, picores por los geles, algún que otro ahogo, pero a esto se le sumo un cansancio que no me tenía ni en pie.

Cuando el fin de semana llegó y la noche del sábado al domingo comencé con una tos muy fuerte que me atravesaba el pecho, por lo que al levantarme el domingo le dije a mi chico: anda Davi baja a la farmacia a coger un test de Covid para descartar...

Y vaya si los descarté, porque así de rosa clarito apareció un positivo como una casa de grande, y con él la enorme sorpresa y millones de preguntas:

¿Dónde lo he podido coger?

¿Desde cuando lo tengo?

¿No habré contagiado a alguien?

Tampoco quiero negar que el momento no era el más adecuado, porque el mes de mayo en mi casa ha sido un tsunami de nervios y alguna salud que otra en un alambre muy fino. Pero lo que tuve claro, clarinete es: me encierro en mi habitación y no salgo para absolutamente nada. Pero ¿Y si no me dan la baja en la Seguridad Social?

A diferencia de haberlo cogido en otro momento, estaba "relativamente tranquila", tengo las tres dosis y además la vacuna de la gripe, pero oye el miedo si me recorrió la espalda, porque yo tengo una enfermedad autoinmune, además de asma, pero como me dijo hace unas semanas mi compañero de trabajo: hay que tener confianza en las vacunas. Y vaya si ha habido confianza, porque no os voy a negar que como he leído en algunos sitios, es un trancazo, porque no lo es, yo ha habido ratitos del día, realmente malos, en los que no he llegado a tener la fiebre muy alta, pero si un cuerpo que no podía levantarme de la cama ni para ir al baño, pero todo ha ido bien y lo he pasado sin ninguna dificultad muy grande. 

La sorpresa a mi positivo llegó a los dos días, cuando mi pareja también dio positivo, cuando un día antes había dado negativo. Así que ahí los nervios y el mal cuerpo fueron a más, porque mi madre en este momento es de mucho riesgo y no se puede contagiar, así que ¿Qué hacemos con mamá? La decisión más drástica y cruel, aislarla a ella, porque dadas sus circunstancias actuales, ella no puede hacer muchas cosas de la casa, por lo que había que protegerla por encima de todo, así la tuvimos que confinar, y menos mal que todo salió bien porque ella se contagió pero duro muy pocos días y sin síntomas. También se me olvida que ella es una Pérez Marina, y la fortaleza en momentos de crisis siempre está ahí latente como si fuera Conan.

¿Por qué os comparto este positivo? Por varias razones:

1. Los medios de comunicación ya no hablan de este tema como antes, no se dan cifras de datos oficiales, no te hacen test en el médico de cabecera, por no darte no te dan ni la baja... y eso lleva a equívocos, porque creemos que ya no está el virus entre nosotros, y, nada más lejano a la realidad. El virus sigue, la gente seguimos enfermando. Otra cosa son la eficacia de las vacunas, que se demuestra día a día que son fiables y salvan vidas. Pero debemos seguir cuidándonos y tener precauciones.

2. No debemos olvidar que nos debemos cuidar por encima de todo. Con tantas medidas que hemos vivido y tanta bronca política, somo responsables de nuestra salud y del resto. Yo os puedo decir, que me cuido mucho, y eso no ha evitado que lo coja, pero andar con precaución no está de menos.

3. Las vacunas han sido las únicas que nos han devuelto la esperanza.

4. Debemos defender la Sanidad con uñas y dientes, no dejemos que el politiqueo de unos u otros nos lleven por rumbos en los que perder que tanto la Sanidad como la Educación, son los grandes barcos de nuestro país. Y defenderlos y defender nuestra vida.

¿Habéis pasado el Covid? 

Después de unas semanas de haberlo pasado soy consciente de nuevo en muy poco tiempo de la suerte que tengo con la familia heredada y la elegida, que han estado pendientes de mí y de lo que en casa pudiéramos necesitar.

Muchos besos rinconeros y rinconeras. Como ayer si el cansancio me lo permite, os veo cuando vuelva del trabajo.

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