domingo, 29 de mayo de 2022

Pongamos que hablamos de la vejez y del amor: 100 días con la tata



En este aniversario tan especial de este Rincón, quiero compartir el precioso documental de Miguel Ángel Muñoz, 100 días con la tata. Un canto al amor; a la sabiduría que da la vejez y el paso de los años pero sin olvidarse del deterioro y los problemas que surgen con ella; tener presente la muerte que es lo único certero que tenemos desde que nacemos; como seguir con tu vida después de haber pasado un tiempo increíble con la señora que te enseña, te cuida, te quiere...

Yo si algo respeto en mi vida es a las personas mayores, creo que son enciclopedias con patas y siempre van a ver una ventana donde antes solo había oscuridad, porque ellos y ellas ya han transitado por muchos caminos. Mi bisa Teodora, sigue siendo un referente vital imprescindible en mi vida, habló de ella siempre y con mucha gente, poniendo en valor toda la enseñanza que dejo a todos y todas las que la conocimos. Y sobre todo, el poso de amor que dejo en mi corazón, que tantos años después de su muerte, sigue muy vivo.


No tuve la oportunidad de verla en cines, por eso cuando la vi en Filmin, después de un fin de semana horrible, comiendo en casa la pusimos, y el golpe de aire fresco me recargo y me hizo coger energía, porque todo se puede arreglar excepto morirse.

Pero ¿De qué va 100 días con la tata?


Los padres del actor Miguel Ángel Muñoz tuvieron que recurrir a la “Tata” (Luisa Cantero) para que cuidara a su hijo mientras ellos trabajaban. Desde entonces, la Tata (97) y Miguel Ángel (38) nunca se han separado. Pero tras varias complicaciones de salud de la Tata, Miguel Ángel se da cuenta de que su historia de amor se puede acabar y decide llevar a cabo todas las cosas que tiene pendientes de hacer junto a ella: un road trip, conocer los orígenes de Luisa y hasta rodar una película juntos. Una aventura que se ve interrumpida por la llegada de la pandemia. Un giro que, lejos de entristecerlos, hará que ambos estén más unidos y disfruten más que nunca durante 100 días juntos en un piso de 35m2. Pero que también forzará a Miguel Ángel a encarar su mayor miedo: la separación de la persona más importante de su vida.

Un confinamiento que fue un precioso regalo de pasar tiempo juntos con sus múltiples pros pero también sin perder el Norte, de sus contras, como son los cuidados de 24 horas a una persona mayor y que en algunos aspectos de su vida es dependiente. Un proyecto que comenzó como un acto de amor, y ha finalizado mostrando el respeto, el cariño y el amor que existe entre dos personas a los que les separa casi seis décadas de edad.


Hacer la vida de su tata feliz, pero oye, como todos y todas, el mundo se nos paro y llegó la pandemia y lo que iba a ser cuestión de días, terminaron siendo más de tres meses donde descubrirse y regalar a todos y todas ese espacio diario donde la tata de Miguel Ángel ha terminado siendo la de todos, haciéndonos el encierro más llevadero y dotándolo de sabiduría, una que no se consigue estudiando ni trabajando, sino viviendo, como la tata.

Un documental donde no esconder lo que se siente, lo que te enfada, lo que te enorgullece, lo que te entristece, para terminar reflexionando sobre un momento doloroso para quienes queremos, pero que más tarde o más temprano, no terminará llegando a todos y todas, la muerte. Y que mejor que cuando ésta llegué, poderte despedir, diciendo: fui feliz.


Ingredientes que no faltan en la hora y pico que dura son:

- Amor.
- Ternura.
- Sensibilidad.
- Empatía.
- Orgullo.
- Risas, muchas y muy diversas.
- Cabreos entre los protagonistas, mostrando la realidad de la convivencia entre dos personas encerradas durante muchos días, además, en un espacio pequeño.
- Afecto.

Desde este humilde Blog cumpleañero, solo dar las gracias a Miguel Ángel Muñoz y su tata - que creo que es un poco la de todos y todas- por regalarnos y recordándonos que lo más importante que mueve el mundo, es el amor.

Muchos besos rinconeros y rinconeras, y solo recordaros, que 100 días con la tata, lo podéis ver en Filmin y Netflix. Y no hago la pregunta, verlo, disfrutarlo, sentirlo y llorarlo. Jmás ocultemos las emociones que sentimos.

Hasta mañana :) :) :) :) :)

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