miércoles, 6 de octubre de 2021

La realidad cruenta y dura: Maixabel

La semana pasada durante los días que duró la antiguamente llamada Fiesta del cine, pudimos escaparnos unas horas para ver la nueva película de Íciar Bollaín, con el duelo interpretativo del año -como dice Fotogramas en su crítica- Portillo y Tosar, y sobre todo, con una historia verídica, lejos del drama, que recurre a la verdad dura, cruenta y despiadada que sembró la banda terrorista ETA en nuestro país durante más de 40 años, todo para contarnos la historia de una mujer Maixabel Lasa que en un ejercicio de amor, le da la oportunidad a los asesinos de su marido de poder hablar con ella y pedirla disculpas por el daño que la hicieron tanto a ella como a su hija, María.


Maixabel Lasa pierde en el año 2000 a su marido, Juan María Jaúregui, asesinado por ETA. Once años más tarde, recibe una petición insólita: uno de los asesinos ha pedido entrevistarse con ella en la cárcel de Nanclares de Oca en Álava, en la que cumple condena tras haber roto sus lazos con la banda terrorista. A pesar de las dudas y del inmenso dolor, Maixabel Lasa accede a encontrarse cara a cara con las personas que acabaron a sangre fría con la vida de quien había sido su compañero desde los 16 años.


Una semana después todavía se me agarra una congoja enorme cuando pienso en la película, porque en ella no encontraréis dramatismo -aunque sea dramático y cruel el asesinato de Juan María-, solo encontraréis a seres humanos que muestran una capacidad de amor y cambio, de la que yo no se, si sería capaz.

¿Seríais capaz de escuchar a aquellos que os han matado a alguien muy querido? Yo es que no se que contestar a esta pregunta, porque gracias a la vida no he tenido que vivir esa experiencia, pero Maixabel Lasa demuestra una empatía y un perdón de verdad, de corazón que te traspasa.

¿Qué lleva a personas a matar a otros u otras?

El trabajo de Luis Tosar en esta película, es un auténtico espectáculo donde la tensión del cuerpo, de la cara y esas ocas palabras te desbordan, en mi caso hasta el llanto más amargo, porque hay una escena en particular que a mi me reventó la cabeza -pero tranquilos y tranquilas, 0 spoilers en este post- y me hizo ver que siempre puede haber una nueva vida aunque la de atrás te persiga y te torture, pero cuando nos dormimos por la noche al día siguiente nos levantamos.



LO QUE MÁS ME HA GUSTADO DE ELLA:

- Un trabajo actoral bestial, tomando el riesgo de dar vida a personas que están vivos o vivas en este momento, con rigor y con una aplastante verdad. La escena final de la película, a mí me hicieron llorar y llorar.

-Un guión directo, cruento, sin artificios, sin efectos digitales que despisten, destrozando a esos seres y enseñándonos sus almas perturbadas y tristes.

- Esa sensación de claustrofobia emocional que recorre las casi dos horas de cinta.


- Íciar Bollaín y esa mano suya para hacer historias en donde las personas nos podamos ver reflejados o reflejadas, admiro a esta señora desde tiempos muy remotos, pero de verás admiro esa capacidad de coger este proyecto y huir de lo fácil, y solo enseñarnos las dos caras de una historia, sin obviar quien es víctima y quien fue el victimario.

- Primeros planos disparados a la cara donde no hay tiempo de reacción.

- Alberto Iglesias y esa música que siempre acompaña a cada imagen, a cada acción, llegando al espectador o espectadora como una flecha.


No olvidemos jamás nuestra historia porque sin ella no fuimos, ni somos ni seremos.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y espero veros mañana con teatro.

:) :) :) :) :)

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