martes, 27 de julio de 2021

¿Qué es ser una perra en la cama?

 

Después de haber escuchado esta canción hasta la saciedad, hace unos días la cabeza me hizo un click cuando la escuché: "Siempre he sido una dama, pero soy una perra en la cama". Y ya sabéis que cuando haces Pop ya no hay Stop -como el anuncio de las patatas-, estuve dándole vueltas y vueltas a la frase, porque aunque la canción me reencanta y Becky G me parece una mujer que hace una música en la que yo me pueda sentir representada, en el fondo, la frase me pone los pelos de punta.

1. ¿Qué es ser una dama? Mujer distinguida, especialmente la de buena educación y clase social alta. ¿Y yo que no soy de clase social alta se me puede considerar dama?

Algunos o algunas pensarán al leer este post, que estoy sacando los pies del tiesto, pero es que soy de las que piensa que el vocabulario importa y más cuando nos referimos a mujeres, se cataloga o hemos tendido a catalogar a mujeres en distintas categorías, y que nosotras sigamos haciéndolo a través de la música que tiene una fuerza enorme, me parece que nos hacemos un flaco favor.

Ser una señora no va ni con la clase social, ni con los estudios, ni con la educación que hayas podido o querido recibir, y particularmente, yo estoy hasta el mismísimo -que para eso es mío- de que siempre se nos meta dentro de esas categorías.

2. Y por la que surge este post ¿Qué es ser una perra en la cama?

El sexo es disfrute, es goce, es pasión, pero también puede haber amor, y debe tener las reglas que una pareja establezca. Hemos sido educadas en la sumisión y en que las cosas de la cama se quedan en ella, pues perdona a mi me gusta hablar de sexo con mis amigas, compartir con ellas cosas que me gustan o que me ponen, si he tenido o no orgasmos con juguetes... No voy a gritos por el mundo, pero estoy cansada de los silencios en el sexo para con las mujeres.

¿Una perra es disfrutar del sexo sin tabúes mientras sea consensuado por las dos partes? Pues entonces lo soy.

¿Una perra es vivir tu sexualidad de forma libre, disfrutando, sola o en compañía? Pues entonces lo soy.

¿Una perra es que te guste tener prácticas no normalizadas para el resto? Pues entonces lo soy.

Cada uno o una marca los límites en su sexualidad, y me repito porque el consentimiento es vital para nuestras vidas, si hay sexo consensuado, ni el hombre es una machote ni la mujer una perra, son dos personas adultas que deciden mantener unas relaciones en las cuáles van a dar y recibir placer, y en la cama de cada pareja -da igual su orientación sexual- cada cuál pone sus límites y normas.

Lo que no me gusta de la expresión de la canción es que da a entender que debemos ir de señoritas de día y por la noche volvernos unas camaleonas, y perdón tengo el mismo derecho que un señor a ser grosera, mal educada, zafia, hortera... y entenderme por favor que hay personas con la mecha muy corta, cuando habló de los hombres en general no os deis todos por aludidos, cada uno sabe como es, como habla o como actúa ante determinados temas.

Así que por favor dejemos de perpetuar unos roles de género que se espera de nosotras, cada una que actúe y viva su sexualidad como le salga y quiera, y tengamos cuidado con los mensajes que mandamos a través de las redes o distintos canales como puede ser la música, porque flaco favor hacemos a que la igualdad real cada día este más cerca, cuando nosotras mismas nos catalogamos como ganado.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y espero veros mañana con una de las últimas series que he visto, al que este post de hoy le viene muy bien. Yo me voy a la cama que ha sido un día muy intenso, con alegrías pero en el fondo tristeza e impotencia.

:) :) :) :) :)


2 comentarios:

  1. Me parece legítima tu postura, sin embargo creo deber te toda mujer y de toda persona, el hecho de elaborar su propia concepción de lo que significa ser una "perra en la cama". Yo, particularmente, lo asocio a un acto espiritual, capaz de sacar lo más primitivo de tu ser, y en ese ámbito primitivo nos quitamos los ropajes del "buen comportamiento social", lo que implica la desnudez de lo animal, los insultos del carcelero, los azotes y briegas de la lucha, los sudores de la carne, permitir que la piel se palpe con uñas y dientes. Sí soy, soy una perra y me gusta que me lo digan, y me gusta gemir como potra de nácar bajo la luna de media noche.

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  2. Bien dicho, amiga! Viva el sexo duro y salvaje! Tienes blog erótico? Leo cada cosa... que me sonrojo. Pero ya se dice: La primavera la sangre altera.

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