lunes, 7 de junio de 2021

Si nos tocan a una, nos tocan a todas. Este rincón es #PAMELaliadas

Hace unas semanas una diputada de un partido político que me niego a pronunciar -que se paguen su propia publicidad- compartió a través de sus redes sociales un video de un fragmento del monólogo de Pamela Palenciano, No sólo duelen los golpes, en Linares en donde varios jóvenes abandonan la representación y en donde, Pamela desde su personaje de Antoñito les acompaña a la salida. Un video que por supuesto está sacado absolutamente de contexto porque solo hay que haber visto alguna vez el monólogo tanto en teatros, asociaciones... como a través de Youtube, para conocer cuál es el trabajo de esta activista feminista.

Desde ese momento y como quien no quiere la cosa cuando se lanza el bocata, los cachorros y hombres que ven sus privilegios peligrar, se están dedicando a amenazar no solo a Pamela a través de sus redes sociales, según la he visto en su mayoría a través de Instagram y Twitter, sino que a finales de la semana pasada esto ha llegado a los límites de que se han publicado sus datos personales y los de su marido en una red social de una Asociación que se ha querellado contra ella por maltrato hacia aquellos jóvenes de Linares y contra los hombres, porque según éstos, el monólogo se basa en el maltrato hacia los hombres. Yo os digo se cree el ladrón que son todos de su condición. Les haría falta leer por ejemplo a:

- Margaret Atwood: Los hombres tienen miedo de que las mujeres se ría de ellos. Las mujeres tienen miedo de que los hombres las maten.

- Mary Wollstonecraft: No deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre sí mismas.

¿Qué existirán hombres maltratados? No lo dudo, pero ni Pamela maltrata o acosa tanto a esos chavales de Linares como a los hombres. El problema radica en que cuando te ponen delante un espejo incómodo lo mismo te ves en él, y esa imagen de autoridad y privilegios cree que puede cambiar, porque hemos sido muchas las que hemos abierto los ojos gracias al testimonio de Pamela y hemos visto en ese espejo actitudes o comportamientos nuestros que seguían perpetuando el sistema patriarcal en el que vivimos y en el que hemos sido educadas.

Esta mañana a las 12 de la mañana en el Teatro del Barrio -teatro desde donde hace unos años Pamela representa su monólogo se ha llevado un acto de apoyo tanto a Pamela como a todos y todas las que pertenecen al mundo de la cultura y el feminismo y están siendo atacadas tanto en su plano personal, laboral y social, padeciendo un acoso brutal, del que exigimos las autoridades pertinentes investiguen y enjuicien.


Un altavoz en donde mostrar el apoyo a Pamela y a su trabajo que es IMPRESCINDIBLE para esta sociedad, y para decir en voz alta que ni Pamela ni otras están solas, porque sabéis una cosa somos más, y estamos en el lado bueno de la historia, como diría una señora que recientemente ganó unas elecciones y uso esa frase de una forma, digamos "cuestionable".

Yo he podido verlo a través de Instagram, y aunque no en persona, si me he sentido parte de él, con emoción y con muchas lágrimas, porque ya está bien, la cultura es un pilar de esta sociedad imprescindible, está nos muestra la verdad por incómoda que sea, y además, tiene una labor pedagógica indudable. Mi madre que desde hace unos meses ha perdido mucha vista por un glaucoma lo ha estado oyendo y me preguntaba: ¿Dónde está la justicia?

Defender el derecho de libertad de expresión, no significa insultar, acosar y amenazar a una mujer que por desgracia creo que está siendo usada como excusa para implantar el maldito PIN parental en las aulas madrileñas. No hay ninguna justificación para éste y su uso y defensa lo que nos enseña es que necesitamos más feminismo y más Pamelas que nunca dentro de las aulas y en cualquier espacio donde puedan ser escuchadas.

Cuando el gallinero está tan revuelto y tan violento, es porque el fin de ese monólogo, de esas charlas, de esa pedagogía está llegando a las jóvenes y los jóvenes, y a las y los que no lo somos tanto. Dice el refrán: Ladran, luego cabalgamos. Pero es que hay ladridos que son delito, y lo que se está haciendo con ella lo es.

Por eso este rincón y yo, Natalia, que soy la persona que lo escribe desde hace once años, rechazamos de forma rotunda ese acoso, y tanto en privado -que gracias a Pamela he tenido esa oportunidad- como en público, la mandó mi apoyo, mi afecto, mi fuerza a ella y toda su tribu, porque no estás o estáis solas, porque somos muchas, un ejército de mujeres y también hombres los que vamos a estar para sostenerte, apoyarte y seguir haciendo publicidad de ese monólogo que tanto bien ha hecho, hace y debe seguir haciendo.

Expulsar a Pamela de las aulas, es dejar que esa pandemia machista campe a sus anchas. En lo que va de año van casi 20 mujeres asesinadas y algunos o algunas menores. Hace casi 40 días que las niñas de Tenerife fueron secuestradas por su padre y su madre no tiene noticias de ellas, y eso es maltrato y violencia de género. 

Dejar campar a su anchas a esa extrema derecha es seguir dejando de lado una educación afectivo-sexual que debería estar dentro del aula para mostrar a los y las más jóvenes cual es la realidad en las relaciones sexuales, no que están bebiendo de la pornografía, y cada vez a edades más tempranas. Y eso si que es un peligro.

Dejar campar a sus anchas a esa extrema derecha es seguir perpetuando una sociedad donde el papel de la mujer es menor. Y lo que me entristece y porque no decirlo encabrona todavía más, es que sean mujeres las que ha hecho y levantado una alfombra donde no había nada que esconder.

Pamela te mando toda la fuerza que pueda tener y te repito no estás sola, porque tocándote a ti, nos han tocado a todas, por favor hermanas, sororidad.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y aquí sin dudarlo somos #PAMELaliadas.



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