¿Quién nos marca qué es lo normal? Un mundo normal

Sí, antes de escribir este post debo admitir que siempre he admirado mucho el trabajo del director de la primera película que os siento hoy, Achero Mañas. Noviembre es para mí un referente de teatro y de libertad, mi chico me regaló hace unos años el cartel y lo hemos tenido en todos los lugares donde hemos vivido como uno de los primeros objetos de nuestra mudanza.

En su anterior película, Todo lo que tú quieras, hice con mi madre una cola de más de cuatro horas para conseguir unas invitaciones a la premier en un cine de Callao. Por lo que entenderéis que es muy especial sentar su nueva apuesta cinematográfica, que me sorprendió por inesperada, por innovadora, y por reafirmarme en que la normalidad puede venir marcada por ley, pero la forma de vivir la vida y la muerte es un camino personal en el que nadie deberíamos intervenir u opinar.

Ernesto, un director de teatro excéntrico e inconformista, recibe la noticia de la muerte de su madre.

Camino al cementerio roba el ataúd para tirar el cadáver al océano, como era su deseo. Su hija, cansada de sus locuras, le acompaña con la intención de hacerle cambiar de idea. En el viaje descubrirá que su padre no es ningún loco, y que uno debe ser fiel a sí mismo aunque esto, a veces, suponga ir en contra de la opinión de la mayoría.

¿Quién dice que por qué no hacer lo estipulado estamos locos o locas? Que manía tenemos de usar la locura para algo que se escapa a nuestro entendimiento.

LO QUE MÁS ME HA GUSTADO DE LA PELÍCULA:

- Ernesto Alterio, y esa dulce "locura" o deseo de cumplir la voluntad de alguien a quien quería. Tiene una forma de trabajar a "calzón quitao" que a mi siempre me sorprende y gusta. Para mí, es mi ganador del Goya de este fin de semana como mejor actor.

- Libertad y amor como las grandes abanderadas de esta peli dulce, emotiva, amable y humana.

- Poner por bandera o reivindicación la normalidad.

- Gala Amyach.

- Esa relación entre padre e hija tan especial, en donde hay que quitarse de tópicos y no tener miedo a los altos y bajos de esa relación, no esperar nada porque cuando menos lo esperes te sorprenderá.

- La labor de los cómicos y cómicas.

- ¿Por qué no podemos cumplir los últimos deseos de quiénes quisimos y qué sobre todo nos pidieron antes de irse a ese viaje sin retorno?

- La tranquilidad y la calma que desprende.

- La furgoneta roja llena de sueños, dolores y vida.

- Un guion transparente donde no se recurre a las trampas y se nos enseña una vida.

- Achero Mañas y esa forma tan especial de contar historias que bien podríamos vivir cualquiera de los y las que me estáis leyendo. Historias donde sentirnos identificadas, historias donde vernos reflejadas, historias donde llorar de emoción y alegría como la vida. Historias donde poder reconciliarte con eso que otros u otras pueden llamar locura.

Por favor verla y me contáis, y aunque no creo que este pequeño post llegué a Achero Mañas, le quiero dar las gracias por siempre reconciliarme con el cine, amarlo y regalarme historias que me ayuden a seguir viviendo.

Por cierto hecho de menos más nominaciones a los Goya de la película, pero la Academia no siempre es justa.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y os veo dentro de unas horas con otra película muy dulce.