Todos los personajes cuentan: La gaviota

Como os comenté hace unas semanas había vuelto a poner casi 12 años después los dramas de Chéjov. 

No recordaba mucho de La gaviota -que es la que os siento en este último lunes del año- que al igual que con Tío Vania ha sido todo un regalo volver a leerla y, navegar entre todos y cada uno de los personajes de este drama que se comienza a mascar desde el comienzo del primer acto hasta ese abrupto y doloroso final.

Corta pero intensa pieza teatral de cuatro actos, que pone todo su foco es los conflictos románticos y artísticos de cuatro personajes:

- La ingenua y dulce Nina.

- La anteriormente gloriosa actriz Irina Arkádina.

- El dramaturgo experimental Konstantin Tréplev, hijo de Arkádina, con quien tiene digamos una "especial y dolorosa" relación.

- El famoso escritor Trigorin.

Pero no solo están estos cuatro personajes centrales, sino que a su alrededor encontramos otras voces con más o menos palabras pero igual de relevantes para las vidas de esas cuatro personas, que pueden estar muy cerca en cuanto a los lazos familiares de algunos de ellos, pero muy separados en cuanto a las relaciones, al afecto, al respeto...

Como en casi todos los dramas de Chéjov la muerte es algo que está muy latente entre sus actos, pero quizás en ésta es donde se ve de forma más cruda, dejando al lector o lectora o quiénes lo hayáis visto en el teatro, con el corazón en un puño, y eso que con la sinceridad por delante os debo decir que yo algo me veía venir, porque como os decía no me acordaba de nada de esta grandiosa obra.

El olvido tiene remedio claro, y es no dejar pasar otros doce años para volver a leerla, porque solo tengo que coger una silla y cogerla del estante alto del salón, o más fácil pedírselo a mi chico que para eso es mucho más alto que yo :P

No se si lo habéis leído pero de no ser así, hacerlo y me contáis que os ha parecido. El teatro es esa vida de otros y otras que vemos pasar por delante de nosotros o nosotras, que nos enseña y genera algo imprescindible, criterio propio, y en estos tiempos tan polarizados, tener una ideas u opiniones propias no intoxicadas por el entorno virtual o físico es muy complicado.

Despido este último lunes del año con la triste noticia que se ha hecho pública hace más o menos una hora, la muerte de Armando Manzanero, el gran maestro de las letras y el ambiente romántico, un músico enorme que el maldito Covid-19 nos arrancado. Aunque siempre nos quedarán sus canciones para seguir disfrutando de su talento. Que la tierra te sea leve Armando.

Hasta mañana rinconeros y rinconeras :) :) :) :) :)