Todo lo que me habían dicho se quedaba corto: El Monasterio de piedra

"No es el martillo el que deja perfectos los guijarros, sino el agua con su danza y canción"

Esta frase cobró mucha importancia cuando el sábado pasado visité con mi chico El Monasterio de Piedra, un verdadero espectáculo en mitad de la naturaleza, que nos muestra como ésta es inmensa, preciosa, fuerte, imparable, pero sobre todo es irrepetible.

Llevábamos muchos años detrás de hacer esa visita, y la verdad es que no nos ha decepcionado, fue una verdadera pasada, lo único que habría que diferenciar entre:

- El monasterio como tal

- Los muros del Monasterio del S. XIII esconden ocho siglos de historia desde su Consagración, en 1218.

En él se pueden contemplar las principales características de la arquitectura Cisterciense. La iglesia es el edificio central, con un claustro anexo en torno al cual se disponen las estancias monacales:

- Sala Capitular
- Cilleróa o almacén
- Cocina
- Refectorio
- Calefactorio

También se visita la Museo del Vino perteneciente a la Ruta del Vino, la Exposición de Carruajes y la Exposición de la "Historia de Chocolate"

- Y el parque natural que hay a su lado

El Parque, Jardín Histórico, del Monasterio de Piedra, ofrece un espectacular recorrido a través de una exuberante naturaleza. Un paisaje sorprendente donde caminos y senderos cruzan cascadas, arroyos, lagos y grutas, a la sombra de árboles centenarios y una excepcional vegetación.

Su insólito geológico alimentado por el Río Piedra, configura un espacio único con una asombrosa variedad de flora y fauna. No pos casualidad se creó aquí hace 150 años la primera piscifactoria y está considerado de extraordinaria riqueza biológica.

Yo me quede de piedra nunca mejor dicho al ver el mapa de todo lo que tenía que ver

Pero no me arrepiento ni del cansancio, ni del sudor, ni del miedo al bajar los escalones, pero todos esos elementos han merecido la pena al ver un espectáculo de esas características, un sitio increíble, que te llena de aire los pulmones y en donde se respiran dos elementos imprescindibles:

- Paz
- Tranquilidad

Además si sois como yo madrileñas o madrileños lo tenemos a dos horas y poco de coche, es decir que se puede ir y venir en el mismo día. Pero si decidís ir, os doy un consejo, comprar por adelantado las entradas porque son más baratas y allí hay bastante cola para adquirirlas.

CONSEJOS.

- De nuevo llevar las entradas compradas
- Ir con un calzado cómodo y adecuado
- Ir abrigados o abrigadas, es mejor que sobre ropa a que falté
- No vayáis muy tarde, porque el parking se llena
- Podéis llevar comida, no te la dejan entrar en el parque, pero fuera hay merenderos en plena naturaleza y cubiertos por si llueve y así no gastáis de más
- Si no os lleváis comida, a la salida hay un restaurante que se llama Las Truchas, que se come bastante bien y el precio del menú del día no es algo desorbitado.

Dos días, uno en Zaragoza que ya visitamos hace tiempo y de nuevo nos ha vuelto a encandilar, y al siguiente en esta explosión de belleza natural. Nada comparado con lo visto

Gracias a mi compañero de vida por vivir cada viaje, cada anécdota, cada lágrima, cada sonrisa... Vivir a tu lado es un viaje del que no me quiero bajar.

Hay un motivo muy personal que hace que este viaje haya sido especial, pero me lo reservó para mi y para él, y quizás algún día con fuerza me siente y os lo cuente, pero nunca nada está perdido ni hay que echar los cerrojos en las ventanas.

Muchos besos rinconer@s y espero que hayáis disfrutado del fin de semana

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