miércoles, 23 de octubre de 2019

Hay que seguir tejiendo puentes y derribando barreras en la violencia de género

Hace unos días me hacia una pregunta personal ¿Me estoy radicalizando o la sociedad en la que vivimos que me está llevando a la radicalización?

Esta pregunta surge de un comentario en mi facebook personal de una antigua compañera de clase, que me dijo que me leía cada día unas ideas más radicales, pero desde la dulzura.

¿Alguien puede tener unas ideas radicales y ser dulce?

Con estas preguntas y siguiendo en el camino de la formación y la autoformación en género y feminismo, hoy me siento para compartir unas jornadas a las que puede asistir el pasado viernes 5 de octubre de la mano de la Federación de Mujeres Progresistas que con el nombre de Tejiendo puentes se pretendía exponer las dificultades encontradas en mujeres víctimas de violencia de género que además cuenta con otras características tales como una discapacidad intelectual, enfermedades mentales, adicciones, mujeres migrantes...


Una jornada de exponer, compartir, debatir, sobre los retos a los que se enfrentan o nos enfrentamos las personas -en su gran mayoría mujeres- que trabajamos en lo social ante víctimas de esa violencia.

Unas barreras muy altas dependiendo de las características personales de ellas, y porque no decirlo de la falta evidente de todos los recursos necesarios para poder dar una salida y una vida digna a la gran cantidad de mujeres que padecen esta lacra, que muchos y por desgracia muchas quieren cambiarle de nombre para hacer creer que no existe.

Y ante esto quiero recordar que desde el año 2003 donde se comenzaron a contabilizar las víctimas de violencia de género -pero no todas- hay ya más de 1.000 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas más que la banda terrorista de ETA. Si ETA era banda terrorista porque los asesinatos de las mujeres ¿No son considerados como tal?


Una jornada que contó con las exposiciones de profesionales que os dejo en el flyer, donde de manera vivencial y profesional, compartieron sus experiencias con esos colectivos de mujeres, y cuáles son las carencias y la falta de recursos que se encuentran.

Aunque todas me gustaron, la que más viví, quizás por el nervio y el ímpetu que expresó en su exposición fue la de la policía municipal de Madrid, una mujer fuerte, luchadora, que expuso sin pelos en la lengua las dificultades con las que trabaja en su día a día, con mujeres víctimas de violencia de género que además cuentan con otras características como las que os he comentado anteriormente.

¿Podemos imaginarnos cómo denunciar a una pareja cuando tienes una discapacidad visual, auditiva, sufres de adicción al alcohol o padeces una enfermedad mental?

¿Y cuándo eres una mujer migrante sin papeles que tiene la espada de Damocles en el cuello amenzándote con la expulsión?

Una jornada lleva de:

- Vivencias
- Experiencias
- Buscar puntos comunes
- Como diferentes asociaciones o estamentos pueden llegar a puentes donde poder unir sus trabajos y juntas crear una red donde el bienestar de las mujeres y sacarlas de esas situaciones horribles de la violencia sea la prioridad

No se si seguís el trabajo de Mujeres Progresistas pero os invito a meteros en su página web y seguir su día a día.

Muchos besos rinconer@s y espero veros mañana con una buena obra de teatro :) :) :) :) :)

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