sábado, 1 de junio de 2019

Colorido, personal y surrealista: La verbena de Maruja Mallo

Hace unos meses me senté para compartir la siguiente pregunta ¿Quién fue Maruja Mallo?

Este caluroso sábado madrileño me siento para compartir uno de sus trabajos más populares, un cuadro que tuve la suerte y placer de poder ver el pasado 2 de mayo, cuando mi chico y yo decidimos pasar el festivo entre los muros del Museo Reina Sofía de Madrid.

No hay mayor visibilidad que mostrar la obra de esas mujeres silenciadas y casi olvidadas que marcaron una época y fueron trascendentales para la historia cultural de este país.


Para el año 1928, Maruja Mallo, exponía en la muestra individual que le había organizado Ortega y Gasset en las salas de la Revista Occidente, los cuatro óleos que constituyen la serie dedicada a las fiestas madrileñas, conjunto que forma parte de La Verbena.

Una pintura que destaca por:

- Su colorida pintura, que nos muestra una visión muy surrealista del mundo
- Inventos de escenas plenas de aparente felicidad, donde los motivos se multiplican y vemos un remolino de líneas que se van mezclando con sensaciones
- Todo se concentra en una fina sátira de la sociedad y el mundo que habitaba
- Rodeado de una clara atmósfera surrealista
- Además de los protagonistas principales, también encontramos elementos típicos de las fiestas populares madrileñas, junto con otros personajes de otra tipología como: el gigantón de un solo ojo, el fraile que disfruta de una de las atracciones o la figura de pies deformes que pide limosna con una guitarra a la espalda.


Maruja Mallo cuando volvió a España después de su exilio no comprendía como es que nadie en su país la conocía y era algo que la inquieto y enfado porque su obra fue admirada por artistas tan relevantes de la época como Picasso. Pero aún así con esa admiración todos y cada uno de los que compartieron con ella su talento la olvidaron hasta llevarla al mayor de los delitos, la invisibilidad.

Por eso hoy en este sábado quería sentar en este rincón a La Verbena.

¿Habéis estado en el Museo Reina Sofía? ¿Conociaís esta obra?

Os voy a contar un pequeño secreto, y es que cuando la tuve delante de mis ojos, se me saltaron las lágrimas:

- Por la belleza que tenía delante
- Por no haber conocido a esta gran artista hasta hace unos años
- Porque la invisibilidad que sufrió
- Por haber cumplido el sueño de tenerla delante de mis gafas

Y porque ¿Cuántas mujeres siguen invisibilizadas en esta España nuestra?

Por supuesto, os recomiendo ya no solo la visita al Reina Sofía de Madrid, sino a cualquier museo o sala, porque en sus paredes vamos siendo testigos de la historia de nuestra humanidad, lugares donde la cultura y el arte, muestran la sociedad que hemos sido.

Muchos besos rinconer@s y hasta mañana :) :) :) :) :)

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