domingo, 27 de enero de 2019

"En esta vida te vas a encontrar mucha gente, gente que viene y bah"

Sí, hace un rato acabo de estar con vosotros y vosotras compartiendo el post sobre flixolé, pero como no hay nada mejor que predicar con el ejemplo, yo en la medida de mis posibilidades siempre trato de ver y seguir apostando por el cine español, porque:

- me gusta,
- me mueve,
- me hace sentir,
- sufrir,
- padecer,
- reír,
- llorar...

El viernes pasado aprovechando mi tarde de viernes libre, fui con mi amiga a ver una película que teníamos unas ganas horribles de ver, desde que hace ya algunos años nos leímos su novela homónima, Gente que viene y bah.


Y eso que os debo ser sincera que había pensado no ir debido a las declaraciones que hizo Carmen Maura antes del estreno, con las cuáles estoy totalmente en contra, pero yo que detestó los boicots porque la gente diga sus opiniones en público aunque no sean como las mías, no iba a perderme una película que me dejo un regusto y una sonrisa fácil en la cara.


Todo va bien en la vida de Bea, una joven y talentosa arquitecta, hastsa que en la misma semana pilla a su novio enrollándose con una de las presentadoras más guapas de la tele, y es despedida con una indemnización ridícula.

Con el desastre en los talones, Bea no tiene más remedio que volver a su pueblo natal, donde además de un paisaje idílico, le espera un futuro incierto, una familia un poco peculiar y un vecino "muy misterioso"


Sinceramte me esperaba más de ella porque el libro de forma literal me hizo flotar, pero si dejas de lado a éste, la película tiene muchos buenos ingredientes:

- Entretenimiento,
- Emotiva,
- Alegre,
- que derriba prejuicios y etiquetas...


La película habla de la vida, por un lado la vida que queremos llevar y por otro, la que soñamos con llevar o lo hicimos en el pasado.

¿Por qué cuando nos hacemos adultos o adultas olvidamos esos sueños que teníamos de peques?

En cualquier momento y ante cualquier circunstancia hay que sacar la sonrisa, vivir y en el día más triste echar un baile, porque en la vida pasamos por etapas y no hay que tener miedo a pasar por ellas y dejar pasar a otras, porque ahí esta el aprendizaje.

Quiero resaltar a Alex García, porque una vez más, engancha con ese encanto tan personal, marcándose un papel tierno pero firme, al lado de una aparente frialdad de Clara Lago, que da ternura y te hace empatizar con su personaje.


No si habéis leído el libro o visto la película, pero de ser así, no dudéis leerlo y ver la película, porque aunque ésta lógicamente no es el libro tal cual, es un homenaje a la vitalidad y buen rollo que siempre transmite Laura Norton en sus novelas.

Muchos besos rinconer@s y deseo que hayáis disfrutado del fin de semana, yo lo he vivido de nuevo medio mala de la garganta y con la cabeza muy activa, quizás demasiado.

:) :) :) :) :)

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