Cuál fue mi sorpresa cuando salí de trabajar al mirar el móvil ver que me habían tocado las entradas :P
Así que os imagináis cuál fue mi plan del Día de la Inmaculada Concepción de mañana verdad!!!
Poco más que alguna crítica me había leído de ella como por ejemplo: ¨Una función que traspasa la piel del espectador, recorre su cuerpo y llega al corazón a través de las emociones¨. Y la verdad es que no podía estar más de acuerdo con ella porque fue mágico lo vivido y sentido durante la hora y media en la que a través de una de las mejores décadas de la música española, los 80, descubriendo la historia de un chico de tantos.
Un espectáculo que muestra la cara y la cruz de los 80. Una historia entrelazada con las canciones que todos conocemos y añoramos, que siguen vivas en nuestro recuerdo y en nuestras fiestas. Una reivindicación al madrileño barrio de Malasaña y las relaciones entre padres e hijos.
Un relato que llega al corazón a través de una carta escondida desde los años 80. Una muestra de la música de esos años, reinventada en el 2016.
La obra está llena de sentimiento que nos transporta a la época de la movida madrileña y al mítico barrio de Malasaña. Una obra que te hace reflexionar, sin dejar de disfrutar, cantar, bailar, reír y llorar.
A través de una sobria escenografía vamos descubriendo la historia de una carta escondida en la que se comparte las reflexiones de un padre que ve como su hijo se va alejando poco a poco, sin que éste pueda hacer nada para evitarlo.
Y es que como comentaba al principio los 80 fueron increíbles para los bueno, en los musical, en lo cultural, en el resurgir de una época que sigue marcando leyenda; pero también en lo malo porque fueron muchos y muchas los que se quedaron en la cuneta por culpa de las malditas drogas.
Un recorrido musical por nombres como Tino Casal, Antonio Flores, Urquijo, Nacha Pop, Camarón... leyendas de nuestra historia que nos dejaron un legado tan importante como su música pero que perdieron algo todavía más vital, la vida.
Por ellos, por ellas, por ser fiel a la historia de esa época, esta obra de teatro me enamoró, me hizo reír, cantar, saltar y hasta llorar. Que bonito cuando algo me da igual que sea teatro, música, cine... nos hace sentir tantas mariposas de emoción en el estómago.
¿Os la recomendaría? Pues sin lugar a dudas porque es un recorrido exquisito por la música e historia de mi Madrid precioso.
Eso sí, antes de despedirme me gustaría lanzar un llamamiento a la gente mal educada que pueble y llena los teatros de este país, una cosa es el teatro interactivo y otra cosa es la mala educación, porque no se nos puede olvidar que los que están enfrente están trabajando, y eso hay a muchos y muchas que se les olvida, y más si llevan un vermut en el cuerpo.
Gracias al Lara por apostar por la cultura con una oferta variada para todos los gustos y públicos, y ofreciendo siempre muchos concursos donde poder disfrutar de uno de los mayores espectáculo del mundo, el teatro. Y por supuesto a la marca de Vermut que fue la que me regaló las entradas.
Muchos besos rinconer@s y hasta mañana :) :) :) :) :)
U
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