martes, 19 de abril de 2016

Mis 32 primaveras

Buenas tardes rinconer@s!!!

Mi vida en las últimas semanas anda sumergida dentro de una noria de emociones, sentimientos, en los que las subidas y las bajadas van a la velocidad de la luz, e igual me encuentro muy arriba que la caída es un golpe tan grande que ya no solo me causa daño físico sino dentro, en el corazón, donde últimamente este parece que no para de llorar.

Entre esas subidas se encuentra en que el pasado domingo 17 de abril subí mis años a 32 :O, y os digo una cosa, me gusta cumplir años, porque eso significa tener vida.


Hace 32 años una mujer excepcional me trajo a este mundo con la ilusión de tener aquello que llevaba años buscando y con la esperanza de que todo en la vida la fuera bien: tuviera salud, felicidad, estudiará, tuviera buenas amistades que merecieran la pena, si se enamorará fuera de alguien que la hiciera feliz...

Es verdad que los deseos de Maribel, en un primer momento no fueron cumplidos porque desde los 14 días hasta bien adentrados los 3 años tuve que estar con estancias en hospitales debido a una enfermedad que parecía que iba a llevarme lejos pero al final gracias a una cabezonería que me acompaña desde bebe y al valor y fuerza de mi madre esta enfermedad quedo al margen y expulsada de nuestras vidas.

Y así cada año mi madre vive mi cumpleaños como una alegoría a la vida, y en el fondo creo que yo también porque fueron tantos los amig@s que se quedaron en ese hospital que solo por ell@s merece la pena vivir.

Estos 32 años no los he celebrado como yo siempre he estado acostumbrada, es decir juntándome con aquell@s amig@s que me acompañan durante el resto de días del año, porque mis circunstancias personales no están siendo las más óptimas, pero cierto es que mucha más gente de la que yo me pensaba se ha acordado de mi, y ha hecho que un 2016 triste se llenará de colores alegres.

Eso sí, lo celebre en compañía de los que más quiero: mi madre y mi chico y fuimos a uno de mis sitios favoritos, un bar español que hay en Lavapiés que se come de muerte donde me comí unos entresijos, que a la gente le suena fatal pero de verás que están de infarto... y luego fuimos al teatro a ver Ruz Bárcenas en el Teatro del Barrio (de la que mañana me sentaré a hablaros) también en Lavapiés. Ese barrio que tantas cosas trajo y está trayendo a mi vida.

El domingo felicitándome una compañera de trabajo me mando una felicitación donde ponía: "Dicen que la mejor edad es cuando dejas de cumplir años y empiezas a cumplir sueños"....



Y que gran verdad:

- Uno de los primeros sueños que cumplí en la vida fue vivir, pese a los nubarrones negros que se cernían sobre mi,

- Cumplí el sueño de poder tener amigos, pero esos que sabes que andan detrás del teléfono para cuando los necesitas y cuando estás en lo más bajo sabes que te van a subir hacia arriba.

- Cumplí el sueño de encontrar el amor, a mi no me gusta decir ni "media naranja", "ni para toda la vida", pero si ese amor por el que levantarse todos los días merece la pena.

- Soñé con estudiar teatro, y aunque lo deje lo cumplí, y eso queda encerrado en la caja fuerte de mi corazón.

- Soñe y cumplí volver a estudiar algo que por lo menos llenará la décima parte de mi amor por el teatro, y no solo lo llenó sino que lo desbordo, porque os aseguro que a lo que me dedicó me apasiona.

- Soñe y cumplí poder trabajar de lo mío, y aunque sea con contratos temporales, por cierto hoy, justo hoy, he firmado mi renovación hasta el 31 de julio, soy una de las mujeres más felices de la tierra. Porque me gusta tanto mi trabajo que el estar cansada no importa, porque lo que compensa, lo que me gusta es que cada mañana me levantó y hago aquello que me motiva, me llena y encima me pagan.

- Soñe y cumplí poder pasar el mayor tiempo posible con mi abuelo, y ese recuerdo suyo guía mis pasos en los últimos tiempos abruptos en lo que se refiere a mi figura paterna.

Y así un suma y sigue de sueños, que hacen que el cumplir años sea un placer, un honor, un privilegio, porque la vida es para vivirla, saborearla, aunque ésta te golpeé y te haga daño, siempre al día siguiente termina amaneciendo.

Gracias a todos y todas las que formáis parte de estos 32 años de vida, sin vosotr@s nada sería lo mismo, ni mi vida ni yo misma, porque estoy segura que todos mis fantasmas se terminarán esfumando y cuando vuelvan las sonrisas serán tan grandes que allí donde esté mi abuelo aplaudirá y se marcará un baile.

Gracias a los que me dejáis compartir estos pequeños trozos y espacios de mi, este blog es vida para mi, y todo lo que sea vida es esperanzador, dulce y prometedor.

Hasta mañana y a por los 33!!!! que por cierto era la edad dorada de mi yaya cuando era joven ¿Me vendrá un hij@ como a ella... jajajaja?



:) :) :) :) :)

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