martes, 10 de marzo de 2015

Orgullo y prejuicio: "es una verdad universalmente aceptada que todo soltero de una gran fortuna necesita una esposa".

Pues este subtítulo del post de hoy junto con el de Ana Karenina, es quizás uno de los famosos de la historia de la literatura, que nos introduce en el mundo de Jane Austen: "Es una verdad universalmente aceptada que todo soltero de una gran fortuna necesita una esposa".

Y es que esta obra para mi maestra, de los enredos, de la sociedad inglesa, de los amores y los desamores, me cautivó desde que leí esa frase primera y pensé: "historias ocultas dentro de otras historias, que pasada madre mía".

No hay nada como viajar al pasado para ver como han cambiado aunque no mucho tanto la vida como el status que teníamos las mujeres y obras como éstas se deberían tomar como referente de que el cambio y la importancia de las mujeres va mucho más allá del papel histórico que nos pone  desde que nacemos de esposa, madre, hija, abuela....


Orgullo y prejuicio, nos cuenta con una visión inimitable la historia de las cinco  hijas de la señora Bennet, que no tiene otro objetivo en su vida que conseguir una buena boda para todas ellas. Dos ricos jóvenes, el señor Bingley y el señor Darcy, aparecen en su punto de mira e inmediatamente se van señalando como posibles presas. De hecho, la relación entre la hija mayor, Jane, y el señor Bingley, parece muy prometedora pero, por influencia del arrogante señor Darcy, se frustan todas las esperanzas. La intervención de Elizabeth, la segunda, perspicaz, consciente de su valor y algo rebelde, determinará el rumbo de la novela. En ella el opresivo ambiente de la familia, la presión del matrimonio, la diferencia de clases, el fantasma de la pobreza y la delicada sensibilidad de una heroína decidida, pero no libre de errores de juicio y dudas de comportamiento, se conjugan para crear una obra maestra leída a lo largo de más de dos siglos.

Y es que creo que el corazón de una mujer es un cofre donde se guardan muchos secretos, sentimientos donde nadie es capaz de entrar, porque las mujeres tenemos el don del disimulo. Disimular nuestros sentimientos para evitar que nos hieran pero la capacidad de reconocer nuestros errores.

Porque el libro hace honor a su título y es que en este libro hay mucho orgullo y muchos prejuicios sobre todo si de mujeres estamos hablando.



De otra forma el libro tiene un algo un noseque, que hace que quieras absorver toda la obra de principio a fin, y eso que era un estandarte de la señora Austen en que haya muchos personajes, todos tengan relación entre sí y no debas olvidar a ninguno porque nunca sabes cuando va a volver a aparecer, y eso a mi me apasiona.

Me apasiona que me mantengan en vilo, que todo el rato parezca que no pasa nada y paran de pasar cosas, y es que los libros que tratan de otras épocas me suelen gustar mucho así que si os pasa lo mismo que a ni, ni lo dudéis, sumergiros en las historias de amor contenido que nos dejo para la posteridad Jane Austen.

Y es que ¿Quién no se dejo llevar y enamorar por Sentido y sensibilidad?

Eso sí, después de leeros el libro creo que es parada obligatoria ver la película del año 2005 que tiene el título del libro y que la actriz que da vida a Elizabeth es Keira Knignley, porque además de ser muy fiel a la novela cosa que aprecio, tiene un aura y una magia que hace que te embeleses con las historias de amor y de luchar por casarse por amor de las hermanas Bennet.


Aunque a pesar de que la película me encanto nada comparable con la magia de un buen libro lleno de buenas historias como ha sido éste. Creo que gracias a escritoras como Austen amo la literatura.

Besos rinconer@s y hasta mañana :) :) :) :) :)

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