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jueves, 28 de julio de 2016

Hola...se puede???

Después de 26 días sin haber tenido ni cuerpo, ni ganas, ni fuerza, ni manos y en el día de hoy muchos ánimos dadas mis nuevas circunstancias, he decidido que o volvía a sentarme en este rincón a hacer una de las cosas que más me gusta, escribir, o lo iba a seguir retrasando y retrasando, y quién sabe cuando volvería. Eso, sí volvería seguro....


En las últimas tres semanas he tenido la suerte de vivir una experiencia laboral y personalmente muy gratificante, que fue poder trabajar en un campamento urbano con menores de 4 a 12 años.

No os voy a engañar físicamente he acabado destrozada y es que eso de que dicen "los niñ@s no paran", que gran verdad... pero ¿Y sus sonrisas? ¿Y sus caras de alegría o sorpresa ante cosas nuevas o actividades que les apetecen muchísimo y en algunos casos dada la economía no se las pueden permitir? ¿Y los abrazos y los besos que te dan cuando llega el final de cada día?

Todas estas preguntas que os he puesto al final compensan de sobra el cansancio físico, porque no hay nada, nada como ver disfrutar a un niñ@, quizás es que aunque siempre intentó potenciarla y no esconderla, esa niña que un día fui dada la rutina la estaba dejando un poco aparcada.... y volver a recuperarla, esas sonrisas, esas carreras, esos nervios, os prometo que ha sido una pasada.

En estas semanas nos hemos mojado, nos hemos reído, hemos subido en atracciones que nos han puesto el estómago y el vértigo a prueba, hemos pasado calor, hemos corrido, hemos ido a vivir aventuras del Amazonia, hemos corrido en bici, hemos visto la magia de un mago en directo, hemos tirado bolos como si no hubiera un mañana, hemos ido a visitar sitios tan bonitos de Madrid como el templo de Deboh, hemos tenido la compañía altruísta de voluntari@s que han currado como el que más, pero sobre todo he tenido unas compañeras que han sabido corregirme en mis errores y acompañarme en los momentos buenos. Cuando hay un buen equipo todo es más fácil y bonito.

Pero sin lugar a dudas los protagonistas de todo este cansancio siempre han sido ellos y ellas, y esas lágrimas y abrazos del último día que fueron la mejor de las recompensas, para mi recuerdo y corazón se quedan palabras, gestos y una gran frase que ha hecho que toda mi vida laboral pasada y futura tenga sentido, gracias peques por hacer de mi cansancio alegría y de mis dolores ganas de seguir avanzando y corriendo.


Todo esto se lo debo a una gran mujer que hace casi un año me dio la oportunidad, la confianza y el empuje para trabajar en aquello que había estudiado y que tanto tanto me gusta, así que como alguna que otra vez he dicho, gracias jefa por hacerme vivir días de mucho trabajo y estrés pero que han quedado de sobra recompensados con los resultados obtenidos. Además ni nombre favorito debías tener, Luci.

Ayer cogí las merecidas vacaciones después de un añito bastante movido en lo laboral y personal donde gracias al trabajo los malos momentos han sido afrontados desde otro prisma, pero cogí las vacaciones indefinidas, es decir vuelvo a estar en el paro. Pero no con el mismo ánimo de otras veces, con la esperanza y la confianza en mi valía y profesionalidad y con el futuro apuntando a esa carrera de Trabajo Social que este año no voy a dejar escapar de mi vida.

Es triste irse de un trabajo pero lo peor en este caso hubiera sido no poder vivir las miles de sensaciones que me han corrido por el cuerpo y el haber conocido a las personas que en el camino han estado y que me han enseñado que con fuerza, cabeza alta, ánimos y ganas todo es posible en esta vida, porque la ilusión mueve el mundo. Y sino que se lo digan a mis chicas que se recorren el planeta para luchar por una vida más digna para sus familias.


Y este espacio aunque me acuerdo de todas y cada de mis compañeras de viaje en este tiempo, quiero hacer como una mención super especial a mi compañera de barco, una mujer que ha trabajado conmigo lo que no está escrito desde el mes de noviembre con ilusión y confianza de que nuestro proyecto debía seguir adelante, de momento este proyecto queda paralizado pero en el futuro ya veremos, pero gracias a Nieves, por haber estado y seguir estando presente en mi trabajo y en mi vida, te quiero mucho compi. No se si en algún momento leerás este espacio pero tus palabras de ayer cuando te escribí y te comenté la nueva situación fueron las que necesitaba y como me has demostrado en situaciones que he vivido estos meses, estás ahí cuando te he necesitado, con mesura, respeto y mucho cariño.

Y para despedirme de este post de hoy solo os quiero dejar con la frase que Nieves me dijo ayer, que además de sacarme la sonrisa, pensé "joe que gran verdad"


Besos rinconer@s y ahora sí que sí os digo, hasta mañana 
:) :) :) :) :)

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