miércoles, 1 de mayo de 2024

Las abarcas desiertas: Miguel Hernández

"Por el cinco de enero,

cada enero ponía

mi calzado cabrero

a la ventana fría.


Y encontraban los días,

que derriban las puertas,

mis abarcas vacías,

mi abarcas desiertas.


Nunca tuve zapatos,

ni trajes, ni palabras:

siempre tuve regatos,

siempre penas y cabras.


Me vistió la pobreza,

me lamió el cuerpo el río,

y del pie a la cabeza

pasta fui del rocío.


Por el cinco de enero,

para el seis, yo quería

que fuera el mundo entero

una juguetería.


Y al andar la alborada

removiendo las huertas,

mis abarcas sin nada,

mis abarcas desiertas.


Ningún rey coronado

tuvo pie, tuvo gana

para ver el calzado

de mi pobre ventana.


Toda la gente de trono,

toda gente de botas

se rio con encono

de mi abarcas rotas.


Rabié de llanto, hasta

cubrir de sal mi piel,

por un mundo de pasta

y un mundo de miel.


Por el cinco de enero,

de la majada mía

mi calzado cabrero

a la escarcha saldría.


Y hacia el seis, mis miradas

hallaban en sus puertas

mis abarcas heladas,

mis abarcas desiertas".

Nada puedo añadir a los versos de Miguel Hernández. Un beso muy fuerte rinconeros y rinconeras y si sois madrileños y madrileñas, a vivir el puente.

:) :) :) :) :)

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