Llevaba meses la publicidad en Netflix de la peli que os comparto este viernes, y que justo el día del estreno me enteré que estaba dirigida por Juan Carlos Fresnadillo -uno de los precursores de mi amor por el cine cuando hace unas décadas vi su ópera prima, Intacto-, pero nada más ajeno a tanta expectación porque Damsel es una película más del montón, que no enseña nada nuevo y que entretiene a ratos.
"Una obediente damisela acepta casarse con un apuesto príncipe. Pronto descubre que lo que en realidad quiere de ella al familia del novio es sacrificarla y, de este modo, saldar su antigua deuda. Cuando es arrojada a una cueva con un dragón que escupe fuego, solo tiene su ingenio y voluntad para sobrevivir".
Me gustan las películas que protagonizan mujeres.
Me gustan las películas que las ponen como heroínas de historias.
Me gustan las películas que dejan de lado el lado princesoide del cine y enseña a mujeres de verdad.
Pero es que Damsel no es nada de eso.
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