Segundo capítulo... Luna grande, un tango por García Lorca

"En 1933, Federico Gª Lorca emprende su 2ª aventura americana, tras el viaje a Nueva York en 1929. Argentina y Uruguay le aguardan para coronarlo como una de los mejores dramaturgos de todos los tiempos. Allí vive la edad dorada del tango, conoce a Carlos Gardel y Jorge Luis Borges, y forja una amistad inquebrantable con el futuro Premio Nobel, Pablo Neruda. 

Luna Grande, un tango por Gª Lorca recoge la poderosa influencia del genial autor granadino en Buenos Aires y Montevideo con ayuda de los expertos y expertas, personajes anónimos y reconocidos nombres de la cultura como Lluís Pasqual, Juan Echanove, Asier Etxeandía, Paula Ortiz, Silvia Pérez Cruz, Verónica Forqué...

Una historia de como Federico conquistó un pueblo inmenso para su teatro".

Este segundo documental de Juan José Ponce, Luna grande, un tango por García Lorca, nos hace un camino cronológico por los días, semanas, viajes y personas que fue conociendo Federico en ese viaje que por desgracia fue el último de su vida porque tiempo después sería asesinado por los fascistas.

Una viaje que como el de Nueva York, le cambio en su concepción del mundo sin olvidar su Granada, le amplio horizontes y por fin consiguió ganar dinero por su obra. Llegó a ser tan conocido que cuando andaba por la calle todo el mundo le reconocía. Llenó teatros con sus obras, conferencias -que este año os podré compartir- cafés... y conoció personas que han hecho que la historia no le llevará al olvido como pretendieron los que le mataron de forma vil y cruel.

Ciudades donde se nutrió de su gentes, culturas y costumbres, haciendo de él un hombre más culto y abierto, alejado de esa cerrazón que habitaba cada vez más España. Un hombre que miraba al futuro y vivía el presente, sin olvidar a su familia en cartas constantes donde les compartía su sorpresa de las acogidas que recibía por donde iba. Cartas que son obras de arte.

Esta semana no voy a hacer mi famosa pregunta, este documental, como el resto hay que verlo, disfrutarlo, gozarlo y no olvidarlo.

Un beso gigante y mañana os veo con una nueva apuesta teatral de aquella obra que debía llamarse: Drama de mujeres en los pueblos de España.

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