El pasado sábado tuve la suerte de poder ir a ver la obra de teatro que os siento este jueves que además es el primer día de junio y yo estreno mi primer horario de verano, Los santos inocentes que estará en Las Naves del Español hasta el próximo 11 de junio, pero de la que ya os adelanto han vendido todas las entradas.
Hay que ser muy valiente, kamikaze o amar el teatro para apostar por llevar encima de las tablas la obra de Miguel Delibes, de la que además se hizo una increíble adaptación al cine por Mario Camus. Una historia que nos muestra eso que algunos y algunas siguen negando que existan, los clases sociales.
"Los santos inocentes es una de las grandes novelas del siglo XX y su envergadura se agiganta ante el reto de transformarla en texto teatral.
Delibes, en poco más de ciento cincuenta páginas, crea un universo tan sólido y veraz que a veces parece trascender a su autor, existir por encima de él e incluso a pesar de él. Habitan ahí personajes extraordinarios, gozosos, más vivos y complejos en cada nueva lectura, que surgen de una mirada lúcida e inmisericorde sobre la España de una época, que es también mirada sobre el ser humano, sobre el mundo y, sin duda lo principal, sobre la España de hoy. Todo ello a través de la palabra precisa que parece en cada línea inventar la literatura: quien leyó Los santos inocentes lo sabe.
Quisimos con toda premeditación apartar nuestra mirada de la legendaria película que Mario Camus filmó en 1984 sobre guion de Antonio Larreta, Manuel Matjí y él mismo, con la cual revolucionó las pantallas y las taquillas y fijó para siempre en la retina colectiva los nombres de Paco, el Bajo y Azarías. Nuestra propuesta reinterpreta a los personajes desde la mirada de hoy y, en todo caso, desde la nuestra.
Hemos visto en Azarías rastros de héroe anómalo, un silencioso corazón grande y mucha lucidez en Régula, la maldad impune de Iván, que todo lo daña y todo lo hiere y todo lo quiere matar como si disputara una carrera frenética contra sí mismo... Paco, con su resignación férrea, es acaso el personaje de Los santos inocentes que más nos concierne. Paco, el Bajo es la pregunta y cada uno de nosotros es la respuesta".
Una obra que respeta el texto original pero que sigue doliendo tantos años después. Donde vemos el caciquismo, el analfabetismo, la violencia, el egoísmo y esa España negra y sucia que duro muchas décadas en donde todo valía y unos pocos tenían mucho mientras el resto no tenían ni piojos para comer. Una obra de peligrosa actualidad con comportamientos y afirmaciones que se acercan a esos oscuros años.
LO MEJOR DE ELLA:
- Una escenografía simple pero viva, formando parte del elenco y tomando mucho protagonismo.
- La dureza de las palabras que suelen y golpean en la cara como un puñetazo.
- El juego de luces.
- Romper la cuarta pared entrando en el público y haciendo que te faltará la respiración.
- El reparto, con ese Paco el Bajo, Azarías, el señorito Iván, Régula, Inés... y esa dolorosa y Milana que hace que la historia marque un punto y a parte muy importante.
Como percepción personal de otro mundo el trabajo de Luis Bermejo y el actor que daba vida al señorito Iván, dando verdadero pavor. Tuvieron que salir a saludar unas cinco veces y yo me hubiera quedado cinco vidas aplaudiendo la barbaridad que tuve la suerte de ver.
Si vais a verla, comentarme que os ha parecido. Un beso muy fuerte y espero veros mañana con los estrenos de cine de la semana.
:) :) :) :) :)
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