lunes, 5 de diciembre de 2022

Un finde en Medina del Campo

 

El haber conseguido las entradas para esta impresionante obra de teatro fue la excusa perfecta para después de unos meses de mucha intensidad pasar un finde semana mi chico y yo solos, alejados de nuestra casa y rutina. Por alejarnos, nos alejamos hasta del coche, porque nos fuimos en Renfe. Y vaya experiencia más buena rinconeros y rinconeras!!! No preocuparte de la gasolina, de que llueva, de la carretera, de pagar un peaje... simplemente te acomodas en tu asiento asignado y disfrutas del viaje, del traqueteo del tren y del libro que yo llevaba en la mochila. Eso sí a la vuelta caí rendida de sueño.


Vaya preciosidad de ciudad, con encanto, con dulzura y sobre todo con mucha historia en cada piedra y rincón, porque por si no os acordabais fue aquí donde falleció Isabel La Católica.

Debido a un retraso en la salida del tren en Madrid llegamos algo tarde, pero comer fue un poco difícil porque estaba todo cerrado a las cuatro y cuarto de la tarde!!! Claro acostumbrados a que en Madrid puedes comer en cualquier lugar a cualquier hora... pero encontramos un bar en una de las calles que salen de la plaza central que se llamaba Voyyo y el bocata de jamón que nos apretamos no solo no quito el hambre, sino que nos dio energía para la tarde que nos quedaba por delante.


Todo gira alrededor de esta plaza central que tenía mucha vida y muchas cosas que ver a su alrededor. Y así con los pies cómodos y bien abrigaditos comenzamos lo que más nos gusta, el turismo como nosotros llamamos "de pateo": parques, palacios, museos, bibliotecas, edificios, calles por las que transitar y un super... para comprar la cena para cuando saliéramos del teatro.

Ah!!! se me pasaba ¿Qué donde hemos dormido? Hotel Reina Isabel a 20 minutos andando de la estación y a cinco de todo el centro. Un lugar tranquilo, agradable, de estética castellana, calentito y con un personal muy agradable. Vamos que si vais, os lo recomiendo. Nosotros lo pillamos por Booking, y es muy seguro que repetiremos.


Aquí voy a hacer un pequeño alto, porque como se nota el paso de los años, antes cuando iba a un hotel me tenía que levantar temprano para ducharme, peinarme, maquillarme, y a día de hoy todo eso me importa un soberano pepino. Por lo que he ganado en salud mental y en sueño porque me puedo permitir dormir algo más.

El domingo dejamos el hotel a eso de las 11:15 y dirigimos nuestros pasos a ver el Museo testamentario donde murió La Católica y redactó su controvertido testamento.


Un sitio aparentemente frío, con poca luz, austeridad pero que en cada escalón, notas la historia bajo tus pies. 

Antes de coger el tren a las 16:35 teníamos que comer y lo hicimos en un sitio donde yo me apreté un arroz negro y una carrilada que para mi cuerpo y sentido del gusto se queda en Restaurante Sidrería Vip.


Un restaurante que por fuera parece un sitio de comida para llevar pero que si entras dentro del pasillo entras en un sitio donde la modernidad de la estética y la fidelidad del gusto castellano es de admirar.

Nos quedaron muchos sitios que visitar y lo que más me gusta, después de 15 años y medio, todavía nos quedan muchos viajes por hacer David, te quiero. Gracias por este finde y por cada día que compartimos y vamos creando nuestra vida.


Feliz lunes :) :) :) :) :)




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