¿Quién fue Silvia Plath?

- Escritora y poeta estadounidense.

- Cultivadora de la poesía confesional.

- Amante de España y su cultura.

Una mujer que siempre utilizó la frase -estando en lo cierto-: "Mi gran tragedia es haber nacido mujer".

¿Sabéis quién fue Silvia Plath?

Sylvia nació en Boston, Massachusstes en 1932. Sus padres, Otto y Aurelia, eran de ascendencia alemana. Él daba clases de alemán y biología en la universidad, y ella de inglés y alemán. Juntos tuvieron a Sylvia y a su hija mayor, Warren.

Escribía, pintaba, tocaba el piano y sacaba matrículas de honor. A los ocho años publicó su primer poema, y a partir de ese momento, no dejo de desarrollar su genio creativo.

Con 9 años sufrió su primera depresión debido a la muerte de su padre, lidio con el dolor que le producía sentirse traicionada al morir su padre, porque tenían unas relaciones problemáticas, con desencuentros con su madre, a quien siempre echó en cara que no llorara en público la pérdida de su marido.

En su adolescencia, Sylvia empezó a escribir un diario personal que mantuvo durante toda su vida, al igual que otros autores como Virginia Woolf a Anaïs Nin. En él, comienza a cuestionar su rol como mujer en una sociedad que esperaba de ella que se convirtiera en una madre sumisa (como la suya), caso que contrastaba con su intención de ser feminista radical.

En su primer año de universidad, la escritora intentó quitarse la vida. La ingresaron en el Hospital de Mclean, donde fue tratada con electrochoques. Sylvia se recupero y terminó el curso con honores, dejando aquel episodio atrás y con la confianza que no volvería a ocurrir. Aunque fue diagnosticada con depresión clínica y padeció esa patología durante muchos años.

Gracias a sus buenas notas, obtuvo una beca Fulbright que le permitió estudiar en Cambridge, cuando conoció al poeta ingles, Ted Hughes con quien se caso en 1956. Poco después de casarse, se trasladaron a EEUU, comenzando a dar clases en Smith College. Al poco tiempo, descubrió a su marido coqueteando con un estudiante del campus, lo que la quebró.

Sylvia se quedo embarazada y decidió volver con su marido a Inglaterra.

En 1960 tuvo a su primera hija, Frieda y publicó su primer poemario: El caloso. Poco después, sufrió un aborto que la llevó a la oscuridad.

Con su poema, Tres mujeres, narra la maternidad a través de tres voces con perspectiva feminista y antibelicista, hablando también del dolor que provoca un aborto.

Comenzó a concebir sus poemas para ser leídos en voz alta. Ese mismo año nació su hijo, Nicholas.

A partir de ese momento, el matrimonio se empezó a deteriorar. Tras descubrir infidelidades por parte de Ted y malos tratos, Sylvia decidió divorciarse, regresando a Londres con sus dos hijos.

Aquel invierno fue demasiado duro para la escritora, que sola, con dos niños y alejada de su ciudad natal. enferma y con problemas económicos, se sumió de nuevo en el lugar más oscuro de su mente. La mañana del 11 de febrero de 1963, Sylvia dejo preparado el desayuno para sus dos hijos, que estaban en la casa, y se quito la vida metiendo la cabeza dentro del horno y abriendo la llave del gas. Así puso fin a los episodios depresivos y trastorno bipolar que tanto la habían atormentado, nunca contó con los recursos necesarios para curar su salud mental y seguir con vida.

Tras fallecer, Ted adquirió los derechos de explotación de la obra de Plath y se convirtió en el editor de su legado literario. Muchas críticas han acusado a Ted Hughes de haber utilizado y censurado la obra en su beneficio. De hecho, lo primero que hizo el poeta al adquirir los manuscritos de Plath fue destruir el último volumen de sus diarios, en los que la autora narraba el tormentoso matrimonio que compartieron.

A partir de 1980 y 1990, se empezó a estudiar su obra desde una perspectiva crítica feminista y de género. En 1982 recibió el Pullitzer a título póstumo por Poemas completos.

Pese a su temprana muerte y la pérdida de parte de su trabajo, la obra de Plath es considerada una de las piezas más extraordinarios de poesía del S. XX. Su aproximación al dolor, a la enfermedad mental y al sufrimiento la convirtieron en una de las máximas exponentes del género confesional, plasmado de manera brillante en sus versos descarnados.

¿Conocíais a esta mujer? Yo había oído hablar mucho de ella en círculos literarios y feministas, pero no me había puesto a buscar en profundidad su biografía y obras. Por lo que espero que esta sea la primera piedra de muchas búsquedas de la señora Plath.

Un beso muy fuerte rinconeros y rinconeras y os veo mañana con mucho más :) :) :) :) :)