domingo, 31 de julio de 2022

Tremendo golpe de belleza: Cinco lobitos

"Amaia acaba de ser madre y se da cuenta de que no sabe muy bien cómo serlo. Al ausentarse su pareja por trabajo unas semanas, decide volver a casa de sus padres, en un pueblo costero del País Vasco y así compartir la responsabilidad de cuidar a su bebé. Lo que no sabe Amaia es que, aunque ahora su madre, no dejará de ser hija".


Madre mía la enorme sorpresa que me lleve la semana pasada cuando estaba viendo esta maravillosa película que os siento este sábado, Cinco lobitos. No me la vi venir, me embriagó y me deje llevar por la emoción, por la risa y por el llanto. Un llanto controlado pero que salía solo, limpiando mucho de mi, de estos últimos meses.

Una película que muestra porque el cine es un arte, capaz de reflejarnos la vida, pero la real, esa en la que te puedes ver identificada y sentir que no estás sola, porque ahí hay otras u otros que han vivido o viven lo mismo que tú.

Cinco lobitos es la ópera prima de la directora Alauda Ruíz de Azúa, un canto al naturalismo, a los pocos artificios, las pocas palabras pero con una realidad aplastante que te coge y te mete dentro, haciéndote sentir que estás dentro de esa historia, de esa casa donde la inmensidad del mar agobia con las paredes de la casa.


LO MEJOR DE ELLA:

- Es natural, sin golpes de efecto, porque la realidad muchas veces es más dura y llega más que efectos absurdos.

- El cuarteto protagonista, compensado y prodigioso.

- Susi Sánchez y Laia Costa con esas conversaciones y silencios tan de madre e hija.

- Reflejar la maternidad tal cuál es, no la que venden.

- ¿Cuándo haces de madre de tu propia madre? ¿Cómo sería?


- Una frase que me impactó: "hija ha sido un marido horrible, pero un buen padre".

- El fluir tranquilo y emocional.

-Un guion que es un valor en boca de cada uno y una de los que lo narran.

- Esa cámara que capta todos los detalles y que te deja entrever más que narrar.

En la última edición del Festival de Málaga se llevó cuatro premios, incluyendo el de mejor película, guion, y la verdad que no me extraña, porque vaya belleza.

Quiero dar las gracias a las salas de cine valientes que después de algunos meses todavía la tienen en su cartelera, haciendo valer la calidad al dinero que se hayan gastado las productoras en publicidad. Cuando la estrenaron no pude ir a verla y, haberla visto y haberme emocionado como lo hizo, es de las cosas más bonitas que me ha regalado una película.

En la sala que estábamos en Alcalá de Henares éramos siete personas viéndola, pero todos y todas acabamos igual, emocionadas y mirándonos con cara de: vaya película acabamos de ver.

Si sois de Madrid los Renoir todavía la mantienen y en los Embajadores algunos días todavía la echan, así que por el amor a la vida, ir a verla y me contáis, yo todavía ando recuperándome de ella.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y espero veros mañana con las últimas expos que he ido a ver.

:) :) :) :) :)









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