Historias para todos y todas: Coda

Las últimas semanas que llevaron a los Oscar se oía cada vez con más fuerza la película que os siento este miércoles, vamos con tanta fuerza que terminó alzándose con la estatuilla dorada a la mejor película del año.

Coda puede que no fuera la mejor película del año, pero emociona, llega, gusta y sobre todo muestra que el cine es de todos y todas, sin importar nuestras capacidades y, todos y todas tenemos derecho a vernos representados en una pantalla. El final, me hizo explotar a llorar, pero unas lágrimas de gusto, de placer, de amor...

"Ruby es el único miembro oyente de una familia de sordos. Ella es una CODA -child os deaf adult-. 

A sus 17 años, trabaja por la mañana con sus padres y su hermano en Gloucester, Massachussets, antes de ir a clase, tratando de mantener a flote el negocio pesquero familiar. Ávida de encontrar nuevas aficiones, Ruby decide probar suerte en el coro de su instituto, donde no sólo descubre una latente pasión por el canto, sino también una fuerte atracción física por el chico con el que debe realizar un dueto. Su entusiasta profesor ve algo especial en ella y la anima a que piense en la posibilidad de entrar en la escuela de música, algo que la obligaría a tener que tomar una decisión de cara a su futuro: o sus estudios, o su familia".

Uno de los grandes logros de esta película es quitar el infantilismo ridículo y absurdo que se le da las personas con discapacidad, mostrando unos adultos sordo-mudos, que insultan, beben, gastan bromas o pueden mandar a la mierda a otro u otra cuando les tocan las narices. Y eso me ganó, lo reconozco, porque seas sordo o sorda, vizco o vizca, te falte una pierna, un brazo o no veas como es el caso de mi madre, te mereces tener el mismo humor y que no traten con la condescendencia que infantiliza.

Esa familia sorda en la que Ruby te va ganando, desde el sudor que da el trabajo de la pesca a la incomprensión lógica de unos padres sordos que no saben si su hija canta bien, puesto que nunca la han oído.

LO MEJOR DE ELLA:

- Los cuatro personajes principales. 

- En apariencia no se quizás si por la luz, parece una peli de sobremesa de los sábados o domingos, pero nada más ajeno.

- Las conversaciones en el lenguaje de signos entre los y las protagonistas. Siempre me he preguntado porque desde niños o niñas no nos enseñan a signar, quizás la adaptación de personas sordo-mudas no sería complicada porque todos y todas seríamos bilingües.

- Ese cine diverso en el que verse reflejado o reflejada.

- La moñada de la historia de amor, pero oye, tienen 17 años.

- Las silencios habladores y las palabras vacías.

- Una de las últimas escenas con una audición de fondo. Me hizo llorar como hacía tiempo que no lloraba en una película.

¿Os la recomendaría? Por supuesto, porque es buena, dulce y necesaria para corroborar que no todos y todas nacemos iguales de capacidades pero tenemos los mismos derechos. 

Nosotros en casa la pudimos ver en Filmin. Si no sois suscriptores por 3,95€ la podéis ver durante 72 horas.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y os veo mañana con un jueves de teatro. A estas horas ando un poco nerviosa, porque en unas horas, veré a...

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