martes, 28 de junio de 2022

De vuelta con el patio muy revuelto

Muy buenas tardes rinconeros y rinconeras, que gusto volver a sentarme en este rincón con la tranquilidad que da tener por delante unos días de descanso, en donde dormir, leer, tocarme la barriga y pasar tiempo con mi madre va a ser lo más importante que haga.

Han sido semanas de:

- Mucho trabajo,

- mucho cansancio,

- agotamiento mental y físico...

... y porque no decirlo, atasco creativo, que me han hecho alejarme de este rincón que tanto me regala, pero, tomar distancia, poner cosas en su sitio y pasar tiempo con quienes quieres para volver con fuerza y energías renovadas.

En esta vuelta después de unos días de aire quiero poner una frase que ya he puesto en varias ocasiones por aquí, pero que toma más protagonismo y luz que nunca.

El viernes pasado se hizo pública la decisión del Tribunal Superior de Justicia Norteamericana de prohibir el acceso al aborto a las norteamericanas, siendo cada Estado el que legisle y decida en qué términos y si va a estar permitido por ley el que las mujeres decidamos sobre nuestras vidas y cuerpos, repito, NUESTROS.

Como dice Beauvoir en la frase bastará cualquier crisis para que sea tomada como excusa para que los derechos que tantos siglos y sangre nos ha costado conseguir sea vista con la lupa de un supuesto derecho a la vida, que solo entra en la cabeza de personas que no nos considera sujetos activos de nuestra vida, sino que somos tomadas como en El cuento de la criada, en valor a lo que pueda venir de nuestras genitales.

Un supuesto derecho a la vida que choca de forma frontal, abrupta y dolorosa con el derecho sobre nuestros cuerpos, sobre nuestras vidas, sobre elegir por nosotras mismas y no ser tomadas como seres a los que se debe legislar porque no poseemos la capacidad de elección. Es decir, que llevan muchos años como bien dice Ana de Miguel en su Neoliberalismo sexual, haciéndonos creer el mito de la libre elección, y ahora resulta que sobre nuestros cuerpos no podemos mandar. Eso sí podemos decidir de forma voluntaria:

- Ser violadas por dinero ejerciendo la prostitución -pero este tema me lo reservo para otro día, porque de verdad hay cosas que hacen que sienta ganas de arrancarme los pelos de cabeza-

- Gestar los hijos o hijas de otros, porque esos cuerpos parecen ser que o importan, mientras sirvan para que otros u otras paguen el dinero que corresponda.

Hay algunas que ya veíamos venir todos estos pasos para atrás en los derechos legitimamente conseguidos por la derecha, viendo como personas y partidos de extremos peligrosos llegan con sus discursos de odio envenenando una sociedad que esos derechos ya los tenía asumidos, aceptados y formaban parte del día a día. 

No deberían haber supuestos en una decisión personal sobre la vida y cuerpo de una mujer. A diferencia de las palabras del vice presidente de Castilla y León en las que dice que el sexo es una herramienta reproductiva, yo le digo, que no, el sexo está hecho para que las personas disfruten en compañía o soledad, y la procreación como usted lo llama, solo si se decide, jamás impuesta. No pienso consentir a nadie que me diga que por ser mujer, tengo que traer hijos o hijas a este mundo, porque no me da la gana. Y esto se lo debo en gran parte a la educación que he recibido en mi casa, en donde criar y educar a una mujer fuerte y libre han sido mis premisas vitales. Primero buscar mi felicidad y nunca hacer nada que yo no quiera o me vega impuesta. 

Son días muy tristes:

- La ilegalización del aborto en EEUU.

- La matanza de seres humanos en la valla que separa a España de Marruecos, viendo nuestro presidente defiende que se tomen medidas extremas con aquellos y aquellas que solo huyen del hambre, de la guerra, de la pobreza...

¿Qué diferencia hay entre los y las refugiadas ucranianas y esas personas que saltaban la valle? Creo, que la respuesta, es evidente, el color de la piel.

- La aprobación a trámite en el Congreso de la llamada Ley Trans. Un borrado de las mujeres en toda regla. Pero al igual que con la prostitución, prometo subir un post dando mi opinión sobre esta Ley y las consecuencias que va a tener sobre la vida de las mujeres, porque de verdad hay cosas que yo no entiendo. Un o una menor no puede decidir si ir con su padre maltratador porque no consideran que no están preparadas para esa decisión, pero en cambio, con esa misma edad ¿Si están preparadas para decidir un cambio de sexo? De verdad, es que se nos está llevando la cabeza.

Una Ley que para mi intenta proteger a ese nuevo machismo infiltrado que golpea con fuerza y que tienen la poca vergüenza de llamarnos terf a las que no opinamos igual que ellos o ellas. Y con esto vaya por delante que ese colectivo debe estar protegido pero no a costa de nuestro borrado y nuestras leyes que nos protegen.

Así que con este patio revuelto, he decidido volver al tajo rinconero, con ilusión y ganas de que me deis vuestra opinión sobre todos estos temas, porque soy de las que creo que hablando se entiende la gente y en las opiniones contrarias podemos encontrar el punto que nos una.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y me quiero despedir de este post con una canción que llevo días escuchando en bucle


Hasta mañana :) :) :) :) :)



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