¿No os pasa qué cuándo habéis pasado una semana que bien podría haberse puesto en cuarentena necesitáis salir y respirar? Pues ese es el plan que hice con unos amigos y mi chico hace unas tres semanas. Después de unos días de estrés médico y de no haber parado salvo para dormir, mi amiga me propuso ir a pasar el día a Buitrago de Lozoya, dar un paseo, comer unos bocatas y pasear, pasear y pasear pero sobre todo respirar.
Si la memoria no me falla hace algunos años cuando descubrí la piscina de Buitrago de Lozoya -que es la más larga de Europa, con una longitud de más de 200m- que está en un enclave donde descansar, desconectar y volver tranquila es un hecho. La última vez que fui fue el verano antes de la pandemia con una amiga e hicimos una breve visita al pueblo, pequeño, bonito, con piedras con historia.
Y así sin pensarlo mucho porque muchas veces me da la vagueza, nos pusimos rumbo a Buitrago con zapatillas de andar nuevas, abrigada hasta los dientes porque vaya días de frío y lluvia y en la mejor compañía del mundo, disfrutamos de un día en el que la verdad paseamos, hicimos algo de turismo en el Museo Picasso gratuito y subiendo al castillo donde las vistas son espectaculares.
¿Habéis visitado Buitrago de Lozoya?
¿Alguna ruta de senderismo que no sea mortal que recomendarme?
¿Algún sitio que debo visitar ahora que cada día está más cercana la primavera?
Yo me despido de este post con algunas fotillos de ese día que espero que os gusten.
Un beso muy fuerte y recordar que cuando visitemos la naturaleza la debemos cuidar, porque sin ella estamos realmente perdidos.
Os veo en un ratito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario