A las cuatro de la mañana viendo que no remitía y me encontraba fatal, desperté a mi chico y me hice un test de antígenos no fuera a ser positiva por Covid. El resultado fue negativo y lógicamente llamé al 112, los que me dieron unas pautas a seguir pero que si no mejoraba por la mañana volviera a llamar. Como os imaginaréis -porque estoy escribiendo este post-la cosa no mejoro y cada vez me iba encontrando peor, por lo que en el 112 me recomendaron que fuera al hospital no fuera ser que al no retener ningún líquido pudiera desmayarme en casa. Y yo que hace siete años tuve la peor experiencia sanitaria de mi vida por una salmonelosis, echamos como dice el refrán "por patas" al Ramón y Cajal.
Un Ramón y Cajal, por el que solo sabían entrar personas y personas y no por Covid, si no por otras dolencias, porque como me decía el otro una persona: el tsunami del Covid, nos ha hecho olvidar que las personas podemos enfermar por otra multitud de virus.
Entré al Hospital a las once menos diez de la mañana y la primera revisión fue a eso de las doce menos cuarto de la mañana. El médico me mando unos análisis, ponerme suero, medicación en vena, vamos que entre unas cosas y otras estaba saliendo de la sala de enfermería a la una y cuarto de la tarde. A todo esto le sumamos que iba sin parar al servicio. Unos análisis que tardan unas dos o tres horas, en mi caso y en el de muchos y muchas que nos encontrábamos allí tardaron en volver a recibirnos siete horas y pico. Siete horas y pico en una silla de plástico del hospital, con un frío de narices y con la sala de los azules cada vez más llena: cólicos al riñón sin atender, personas muy mayores solas, gente que roturas de hueso... Vamos un total caos.
¿Por qué de este post? Porque quiero mostrar mi apoyo al personal del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. Si conocéis el Hospital a la entrada te dividen en dos:
- Los azules, con dolencias menos graves.
- Los amarillos, con dolencias que tienen que estar en vigilancia.
Bueno, pues los azules, tuvieron hasta las cinco de la tarde solo dos médicos, dos médicos para toda la zona sanitaria que abarca el Hospital. Ver a los médicos con cara de agobio; a las enfermeras sin parar de un sitio para otro; a celadores y celadoras yendo y viniendo con gente... de verdad es que no hay derecho. No hay derecho a que un gran hospital funcione con sus urgencias con solos dos médicos, que se las tienen que ver canutas para atender con dignidad y respeto a todos los y las pacientes que vamos entrando en el Hospital.
¿Qué hace la Comunidad de Madrid ante esta situación de la Sanidad? Pues nada. Bueno, sí, la semana pasada Isabel Díaz Ayuso, presentó un programa piloto y según ella, estrella, en el que podremos ser atendidos por videollamada por tu médico de cabecera. Y yo me preguntó ¿Hasta dónde vamos a llegar? ¿Hasta dónde estamos dispuestos y dispuestas a tragar? ¿Vamos a seguir siendo testigos de como de forma sistemática se están cargando nuestra Sanidad sin hacer absolutamente nada?
Ya no es mi enfado por la tardanza y los resultados de los análisis que lo tenía, sino que había mucha gente mayor que de verdad no está en circunstancias para aguantar tantas y tantas horas en un Hospital, que a lo mejor por una dolencia leve podrían irse a sus casas antes. Oye que también en un Hospital sabes a la hora que entras y no a la que sales, pero de ahí a tardar siete horas en un análisis me parece una auténtica vergüenza. Una vergüenza por parte de los responsables políticos y políticas de Madrid que están dejando "en cueros" a la Sanidad, a los sanitarios y sanitarias, y por supuesto, a los usuarios y usuarias de ella.
¿Por qué no se contrata gente?
¿Por qué Madrid tiene las peores condiciones laborales de todas las comunidades autónomas para sus sanitarios y sanitarias?
¿Por qué ese mal trato sistemático al que llaman el barco insignia?
Yo respondería a esta pregunta, pero creo que todos y todas las que me leéis la sabréis contestar. No interesa la Sanidad Pública, no interesa gastar dinero en ella o dotarla de recursos, no interesa. Y no interesa porque no haya dinero, sino porque hay intención de privatizar todos los servicios prevalecen sanitarios.
Otro mundo aparte es el de los Centros de Salud, totalmente congestionados, sin poder recibir a enfermos o enfermas porque toda su jornada los médicos de cabecera se la tiran dando bajas por Covid.
Desde este rincón mi cariño, mi afecto y sobre todo mi respeto a todos y todas las que estáis trabajando bajos estas circunstancias, tratando que el cansancio, el estrés y porque no decirlo el hastío se os note. Gracias por seguir cuidando de todos y todas.
Muchos besos rinconeros y rinconeras y espero veros mañana con la película ganadora de casi todos los premios importantes de la pasada edición del Festival de Málaga :) :) :) :) :)
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