Cómo está el servicio, Las criadas de Jean Genet

¿Sabéis de esas veces que tenéis un libro desde hace tiempo pero aunque tienes curiosidad y ganas, nunca encuentras el momento para leerlo?

Pues siempre me pasaba eso con la obra de teatro que os siento hoy, he visto siempre en cartel muchas de sus adaptaciones, como cuando me leí las memorias de Doña Nuria Espert que comentaba la gira mundial que realizó con la obra de Jean Genet, Las criadas. Y hace unas semanas cuando terminé la novela de Najat El Hachmi, la tenía en el ebook y pensé ¿Por qué no?

Una obra que está escrita y finalizada en período de entreguerras, terminada ya la II Guerra Mundial, en las postrimerías del apogeo de los grandes movimientos de masas y la lucha de clases, con oprimidos y opresores, dominados y dominadores, claramente identificados con sus propias clases.

Las criadas tiene como protagonistas a Solange y Clara, dos hermanas que trabajan como sirvientas para una dama de la alta burguesía francesa, con la que mantienen una relación tensa y distante. Cuando la señora está ausente, ambos emprenden un juego de interpretación, en el que se intercambian los papeles, y asumen el personaje de su jefa.

En estos juegos, que llevan a cabo en el dormitorio de la Señora, se puede apreciar los sentimientos encontrados en ambos hacia la dueña: amor y admiración, y también envidia y odio. Al límite, llegan incluso a simular un asesinato. La situación se complica y degenera.

Las criadas es una historia que al principio despista, donde se desborda cinismo, ironía, sueños no cumplidos, en donde encontramos a esas dos criadas a las que vemos inocentes pero que en mi opinión se muestran perversas y maquiavélicas, mostrándonos la cara de la envidia y como el personaje al final se puede comer a la persona.

¿La habéis leído? ¿Habéis visto alguna de sus adaptaciones en el teatro? A mí me ha sorprendido gratamente y he disfrutado con cada línea de esta obra que sólo consta de un acto, pero un acto bien hilado en conversaciones delirantes.

Que gusto comenzar la semana siempre acompañada de esos compañeras y compañeros vitales que son los libros. ¿Alguna recomendación?

Muchos besos rinconeros y rinconeras y de las cosas que nunca me puedan faltar, sea una buena obra de teatro, para recordarme quién fui, quién soy y quién quiero ser.

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