De Tokyo pasando por Barcelona a despedir a Messi

Durante dos semanas he estado guardando silencio sobre las Olimpiadas de Tokyo, porque quería esperar a que terminarán, para con tiempo, sentarme a dar mi opinión sobre dos semanas de DEPORTE en mayúsculas y con los y las ganadoras de medalla por parte de España. Pero claro llegó el jueves de la semana pasada y llegó la noticia: Leo Messi no iba a ser renovado con el Barça. Mi cara fue un poema, porque no era una noticia esperable y eso que soy de las que la entrevista que dio a Jordi Évole la considere una despedida.

Pero primero los Juegos...

Dos semanas de deporte donde la Delegación Española ha vuelto con un total de 17 medallas:

- 3 de Oro, con deportes minoritarios en España, como son : tiro, karate y escalada indoor, siendo el joven cacereño el primer Oro en la historia del Olimpismo en este deporte.

    

- 8 de Plata, con deportes de equipo y en disciplinas como Gimnasia Artística, Taekondo donde yo disfrute enormemente viendo sus competiciones. No se si habéis visto el ejercicio de suelo de Ray pero fue una completa maravilla. De otro mundo Maialen en aguas bravas donde por terceras Olimpiadas consecutivas ha conseguido traerse a España un preciado metal.

- 6 de bronce, con ciclismo, tennis, triple salto de longitud, vela...

A estas anteriores le sumamos 42 diplomas olímpicos, lo que significa haber quedado entre los o las ocho primeras de una competición, lo que para mí es una barbaridad, porque significa estar en la élite del deporte. Y no solo quiero poner en alza los diplomas, sino el haber llegado a estas Olimpiadas que hasta el último minuto no se sabía con seguridad si se iban a celebrar.

Todo mi respeto a los y las deportistas españolas que a mí a nivel personal me han hecho gozar a través del deporte y de todos los valores que éstos nos enseñan como el compañerismo o la solidaridad que muchas veces resultan palabras huecas que ocupan espacios del diccionario pero no de la vida del día a día.

Pero hay más cosas que quiero poner en valor de estas dos semanas:

- El despliegue de RTVE, con un servicio online en todas y cada una de las competiciones, que ha dado igual si son mayoritariamente seguidas o no, con comentaristas y deportistas en cada disciplina compartiendo a través de los estudios de TVE en Cataluña en cada una de las medallas que se han ganado. 

- Mención especial a Paloma del Río, una señora que como dijo ayer Almudena Cid en la despedida de la Gimnasia Rítmica forma parte de la banda sonora de nuestras vidas. Habiendo dado espacio y foco a deportes minoritarios que en su mayoría son practicados por mujeres.

En toda mi memoria Olímpica siempre tengo la voz de esta mujer presente. Las de Tokyo han sido sus últimas Olímpiadas, ojala que no, pero si así fuera, gracias a Paloma por haberme hecho admirar y seguir la Gimnasia desde que soy muy niña con nombres como Nemov, Kavaeva, o esas retransmisiones de las medallas de Gervasio Deferr en tres Olimpiadas diferentes.

- Momentos deportivos maravillosos, como que dos atletas decidan compartir Oro en salto de altura.

- Récord del Mundo para Yulimar Rojas con un salto que parecía que iba a entrar en las casas de todos y todas las que la vimos conseguirlo el pasado 1 de agosto.

- Ana Peleteiro, la medalla al sacrificio, la perseverancia y amor a una profesión. Fue una alegría enorme ver su salto y sentir la emoción que me recorría desde los pies a los ojos.

- La medalla de Oro por equipos al equipo olímpico ruso de Gimnasia Artística, regalando en los días de competición, una Gimnasia pulida y perfeccionista.

- La medalla de Oro para las chicas de Bulgaria en Gimnasia Rítmica, dejando a las rusas en el segundo cajón.

- El heredero de Michael Felps.

- Aunque no haya ganado ninguna medalla, quiero recordar a la mejor nadadora de nuestra historia, Mireia Belmonte, porque con o sin medalla sigue siendo una deportista maravillosa y le debemos muchos buenos momentos a través de sus brazadas.

La sonrisa de Mireia tras su mascarilla, era la de muchos y muchas que soñábamos con tener una abanderada española. Gracias Mireia por tantos buenos momentos.

- De otra galaxia de Saul Craviotto, Maialen o Teresa Portela, que han sido monstruas en sus deportes, enseñando que la perseverancia y el esfuerzo siempre tiene sus recompensas, no importa la edad, solo tu esfuerzo.

 

- "Nosotros no somos de color, somos negros", grande Peleteiro, dentro y fuera de una pista de atletismo, mostrando esa España racista que hace tanto ruido y daño.

- El año que hemos visto despedirse a los Gasol de la Selección de Baloncesto.

- Brasil revalidando su Oro en fútbol que ya ganó en las pasadas Olimpiadas, aunque fuera a costa de la plata para España. Pero hay que ser justos y justas y Brasil fue mejor.

- Nuestro Oro y nuestra plata en Karate, donde las katas han sido totalmente vibrantes. Por cierto al COI ¿Por qué no va a seguir el karate en  París 2024?

- Unas Olimpiadas que han vuelto a mostrar al mundo el respeto de los países asiáticos. Y ya no solo respetuosos con otros u otras sino con el medio ambiente, habiendo realizado las medallas de materiales reciclados.

Dos semanas de absoluto disfrute, que se cerraron ayer con una ceremonia de clausura donde la emoción de haber podido celebrarse los Juegos fue más importante que casi las medallas, porque nadie pensaba que fuera posible. Gracias a los y las deportistas por haber fomentado mi insomnio a través de jornadas insuperables de deporte.

Pero como os digo en el título del post, desde Tokyo quiero visitar a mi Barcelona de corazón. La marcha de Messi a los cules todavía nos sigue pareciendo un mal sueño, pero el día llegó ayer y la verdad es que ver a Leo llorar a mí personalmente me rompió el alma. Eso sí aunque esta noticia me dejo de piedra, ni me ha quitado el sueño, ni va a hacer que no duerma, pero soy de esas amantes del deporte del balón que ha tenido la suerte de disfrutar tanto en directo en un campo como en diferido de ese Barça invencible, donde Leo fue pieza clave para todos y cada uno de los títulos.

Siempre podré decir que yo vi jugar a Leo Messi!!! Así que haya donde vaya le deseo todos los éxitos y trofeos que dispute aunque sea en contra de nuestro Barça, porque él se ha ganado nuestro cariño a través de 21 años donde el talento, la energía y las ganas jamás han faltado en este hombre que llegó con 13 años a la ciudad condal y ha terminado siendo el jugador más importante de la historia de nuestro club con todo el respeto a todos los que estuvieron antes que él, y en mi opinión, el mejor jugador de fútbol del mundo.

Se cierra una etapa mágica en la historia del club de mi vida, y aunque las que vendrán serán sin Leo, nos ha regalado millones de goles y momentos que ya tenemos guardados en nuestra memoria.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y espero veros mañana, a unos días en los que por primera vez en casi dos años pondré el cartel de: Cerrado por vacaciones.

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