viernes, 11 de septiembre de 2020

1 de cada 2 mujeres en nuestro país ha padecido alguna forma de violencia machista en España

He querido dejar pasar un día para sentar en este rincón la noticia con la que me desayuné ayer y que da título al post de hoy, a día de hoy, 11 de septiembre de 2020, en nuestro país 1 de cada 2 mujeres han padecido o sufrido alguna forma de violencia machista. Son cifras tan espeluznantes y dolorosas que no quería dejar pasar por alto la oportunidad de sentarme a compartir mi opinión, sensaciones, horror que siento al haber conocido estas cifras.

En la macro encuesta además se muestra como esa violencia no tiene porque ser ejercida por una pareja o ex pareja, sino que la podemos padecer en cualquier lugar o por cualquier elemento que decida que sus juicios valor, sandeces o tocamientos van a ir directos a nuestra persona o cuerpos, eso sin contar las violaciones que tienen lugar cada día en España.

Una cifras que a más de uno o una debería parar a reflexionar porque no es justo ni ningún ser humano se merece no poder vivir con tranquilidad, o volver sola a casa sin tener que ir corriendo, o tener que aguantar que alguien te suelte una babosada -que jamás piropo- sobre tu cuerpo... No, no es justo, es horrible y de nuevo debería hacernos pensar en que punto estamos como sociedad y país, y sobre todo que estamos dispuestos a hacer para que esa realidad cambie.

Hace unos días se hicieron públicos los datos de que en España han habido unas 169.000 denuncias, de las cuáles 7 han sido falsas, y quiero resaltar este dato porque en un momento en el que existe un partido y personas que ponen en duda las denuncias, estos son los datos, y como dice mi madre "donde papeles hablan, las bocas callan".

En un momento en el que se pretende equiparar todo tipo de violencias, hay que plantarse, y decir, basta ya, la violencia contra las mujeres es sistémica, da igual en que estrato de la sociedad nos encontremos, porque ésta se encuentra ahí, marcado el día a día de muchas.

Siempre se ha considerado violencia aquel acto que nos hace daño físicamente, pero ¿Y lo moral, donde queda?

Pero quiero resaltar varias cosas que han tenido lugar esta semana y que afectan de forma directa a la vida de las mujeres:

Amazon retiraba de su catálogo unos juguetes sexuales con forma de niña ¿Estamos todos y todas enfermas? ¿En serio es necesario que se tengan que retirar? Es que no deberían ni de existir, porque solo un pederasta sería capaz de comprarse tal objeto.

Además en un programa de televisión, al que me niego a nombrar, dio por hecho que a las niñas les deben gustar las personas de su diferente sexo, y por supuesto hacerte la pregunta ¿Tienes novio? Teniendo en cuenta que la niña de la que os estoy hablando tiene 9 años ¿En qué clase de caverna mediática vivimos?

Hará cosa de una semana que se hizo pública la detención de dos hombres cuando iban a salir de España después de haber agredido supuestamente a dos chicas en Andalucía. Pues los titulares no iban enfocados al dolor de esas mujeres, sino que esos tipos eran hombres en apariencia muy limpios y educados. ¿Esos datos de verás eran relevantes? ¿Interesa el aspecto físico cuando de lo que estamos hablando es de dos violaciones? ¿Hasta cuándo determinados sectores de la prensa vana  seguir blanqueando la violencia contra las mujeres?

Entonces con todos estos ejemplos que os acabo de poner ¿Cómo nos podemos extrañar del resultado de la macroencuesta?

Jamás me voy a creer a esas mujeres que dicen que nunca han padecido violencia.

¿Nunca has notado que alguien se te acercaba de más en un transporte público o bailando en una discoteca?

¿Nunca has vuelto a casa con miedo si es de noche y vas sola, en vez de volver con la noche tan buena o mala -vete tú a saber- que has pasado?

¿Nunca te han dicho un supuesto piropo, que te ha ofendido o humillado?

¿Nunca un tipo en una discoteca o local se te ha puesto pesado y te ha hecho sentir incomodidad?

Muchas preguntas podría seguir haciendo, pero sinceramente creo que a todas hay un sí, como respuesta, y eso como sociedad nos hace ir dando pasos hacia atrás y dejando a las mujeres en unas posiciones de desigualdad flagrantes.

Podría deciros cosas que me han sucedido a mi y que con el tiempo he aceptado y asumido que fueron violencia:

- Hace muchos años me subí en un taxi en Cibeles y me tuve que bajar en Retiro, es decir un trayecto de dos minutos en coche por los comentarios soheces que tuve que oír, y por el miedo que me recorrió todo el cuerpo, y pensar que ese tipo no iba a parar, casi me tuve que tirar del vehículo. El miedo que pase es algo que todavía tantos años después todavía recuerdo.

- Una vez que volvía a casa de mis abuelos después de una noche estupenda, tuve que meterme en el portal corriendo porque vi como un hombre iba acelerando cada vez más y más el paso. Todavía cuando entré en el portal y el intentó abrir la puerta, chupó el cristal de la puerta.

- Volvía a casa una mañana, cuando al entrar en el rellano de mi casa me salieron dos tipos muy bebidos, que me tocaron y dijeron "pero que guapa vienes, a dónde vas rubia". Tuve que salir corriendo, comenzar a chillar y dar patadas a la puerta de casa para que me oyeran mis padres.

- Han sido muchas las veces que un tipo me ha hecho sentir incómoda y no me dejaba en paz. La gente dirá haberle dicho que te dejará, pero claro no hay mejor sordo que el que no quiere oír.

- "Perfume bueno viene en frasco pequeño", perdón eso jamás ha sido un piropo.

Muchas, muchas, como el dinero que me he tenido que gastar en taxis para volver a casa porque ya no solo yo, sino mis padres tenían miedo de que volviera en transporte público, o la de veces que han venido a buscarme al búho para no ir sola por la calle, es decir, llamarlos y despertarlos. Y ya no sólo mis padres, sino también mi chico ya viviendo juntos, ha tenido que venir a buscarme al autobús nocturno porque el trayecto de noche da verdadero pánico.

Y me gustaría recalcar que siempre he sido una persona que no ha dejado de hacer cosas por miedo, todo lo contrario, mis padres me han educado en la libertad de elegir y actuar, pero una cosa es la educación que recibes y otra muy distinta la realidad que te encuentras.

Se miré por donde se miré es cruel, y he querido dejar de lado malos tratos que por desgracia son la punta del iceberg, pero es que en este país matar sale muy gratis.

¿Qué espero? 

1. Un Ministerio de Igualdad que trabajé de forma activa por las mujeres, que deje de lado los postureos y se atreva a promover las medidas que se verdad hacen falta, sin miedo al que dirán, ni a las críticas. Y eso que debo ser sincera, y decir que aunque hay cosas que no me gustan del Ministerio que dirige Montero, otras sí, pero hacen falta muchas más horas de trabajo.

2. No dejar ni un hueco de aire a esos y esas negacionistas de la violencia contra las mujeres. Ni se les puede ofrecer los espacios ni los micrófonos para negar algo tan evidente y que cuesta la vida y la salud a muchas mujeres. Y si se atreven a afirmar frases que atentan contra la integridad y la verdad, que la justicia comience a actuar, no puede quedarse en un mero testigo.

3. Que se endurezcan las penas para aquellos que atentan contra la integridad física, psicológica o moral de las mujeres. Violar, matar, pegar, humillar, ofender, acosar... a las mujeres, a día de hoy, sale muy barato.

4. Buenos planes de sensibilización, y dar a este tema la cobertura y la importancia que tiene. Dejemos de lado los esloganes y dotemoslos de presupuestos para que se puedan ejecutar.

5. Una coeducación real pero ya no solo en el aula, la cuál creo que es imprescindible sino también en los hogares, con lo que conlleva un ejercicio de conciencia de cada persona que viva en esa casa. ¿Quieres que tus hijas pasen por lo mismo que tú? 

6. Si estás con amigos y se hace "una broma de mal gusto" o se molesta a una mujer, no seas partícipe de ella, aféale su actitud. o quizás deberías replantear tus amistades.

7. Comencemos a trabajar de forma muy contundente en los micromachismos, que es la parte más pequeña, pero una de las más dañinas.

8. Apostemos por una ficción donde se dejen de perpetuar los roles y estereotipos de género.

9. El vocabulario si importa, por lo que se debería implantar de forma inmediata el lenguaje inclusivo.

Hay gente que me considera cansina cuando habló de este tema, pero tranquilos y tranquilas, no me ofendéis, sino que me dais fuerza para seguir -en la medida de mis posibilidades- luchando por una igualdad real, y no que eso solo una palabra más en el diccionario.

No se pueden consentir esas cifras que se hicieron públicas ayer, porque entonces no somos el país del que hablamos.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y en un rato os veo con los estrenos de cine de la semana

:) :) :) :) :)

          

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