"No somos cómicos Carlos, somos vagabundos" El viaje a ninguna parte

Hace unas semanas compartí el libro, y en este último jueves de junio quiero compartir la película, que lleva el mismo nombre: El viaje a ninguna parte.

Un viaje de los y las que nos hacían pasar un buen rato yendo de pueblo en pueblo, que forjó a muchos de los grandes actores y actrices de este país, con furgoneta en la carretera o en transporte público, mucho talento, pero pocas perras...

Franquismo, años cuarenta. En una compañía de cómicos de la legua medio emparentados entre sí, aunque no recuerdan con precisión cuál es su parentesco, surgen amores y desamores.

Hay separaciones dolorosas y encuentros felices, el trabajo se entremezcla con el amor, los problemas económicos con los familiares, y el hambre con el sueño de alcanzar el triunfo.

Antes de nada ensalzar que ganó tres premios Goya: 

- mejor película

- mejor dirección

- mejor guión

¿La película me gustó? No, me encantó, es una película de las que creo firmemente se tendrían que ver en las aulas para entender en qué punto estamos, de dónde venimos, para poner en valor la cultura ¿Para cuándo una asignatura de cultura escénica en este país?

Hace unos años me apunté a una Academia para prepararme el examen de acceso a ciclos formativos de grado superior, y un compañero de clase dijo ¿Pero en España ha habido una dictadura? En fin, por éstos y muchos detalles más, creo que la cultura nos hace aprender, discernir y ser seres con criterio, y esta película es una de esas joyas del cine español que por lo menos deberíamos ver una vez cada dos o tres años:

- Llena de costumbrismo

- Ese aura de derrota

- Unos actores y actrices redondos

- Un guión lleno de matices y vueltas de tuerca que te dejan sorprendido

- Un humor que no lo parece

- El maestro, José Sacristán y ese personaje fuerte, frágil y con un final totalmente emocionante

- Esas idas y venidas por los pueblos

No se si la habéis visto, pero de no ser así, nunca es tarde si la dicha es buena.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y espero veros mañana con una obra de teatro que vimos en casa en pleno confinamiento, gracias al teatro del barrio. Yo hoy os escribo un poco más tranquila de que se haya llegado a un acuerdo con los ERTE, pero con la tristeza de no estar trabajando, porque echo mucho de menos a "mis locos y locas bajitas".

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