"Cuando se degrada la dignidad de la mujer no hay paz" La manzana de Eva

Recuerdo como si fuera hace diez minutos cuando me estaba leyendo el libro de Waris Dirie, La flor del desierto y llegué a la parte de la mutilación, esa sensación de asco que me subió a la garganta y me tuve que salir del vagón del metro a vomitar porque ese acto era algo que se me escapaba, que no entendía, que me repugnaba, que me indignaba... Sentía hasta dolor en mi vagina solo de imaginármelo.

Y hoy quiero sentar en este primer post de hoy, un largometraje documental que vi en Netflix que gira en torno a la mutilación genital femenina, La manzana de Eva.

Pone en el foco un problema que afecta a 28 países africanos pero también a Asia (Yemén, Omán, India, Malasia...) un problema basado en la tradición, nada tiene que ver la religión pues la practican tanto cristianos como musulmanes y que tienen a las mujeres como centro de esta barbarie.

Trae todas estas historias desde el anhelo de cambio, desde la mirada sensible y esperanzadora de lograrlo.

Siempre que habló de temas que afectan a las mujeres, siempre recalcó quiero recalcar que resulta muy fácil dar mi opinión desde el ordenador de mi casa, pero que este mundo consienta la mutilación genital femenina es uno de los mayores crímenes y atrocidades contra la mitad de su población, la mujer.

Su gran acierto es mostrar la realidad a través de diferentes testimonios:

-  tanto de mujeres que lo han vivido

- como niñas y jóvenes que se han tenido que recorrer la sábana africana huyendo de sus casas porque no querían ser mutiladas

- asociaciones de diferentes países que tratan de concienciar a la población sobre la crueldad de esta práctica y la importancia de la protección a las menores y la educación.

Todo ello, tratando de abrir los ojos al resto, para de una buena vez tomar conciencia de la gravedad de este hecho y que se erradiqué.

Porque no nos engañemos que sigan pasando estas cosas tenemos nuestra parte de responsabilidad.

¿Cómo? Si vivís en una población donde vivan personas que pertenezcan a estas comunidades donde está practica esta generalizada y sabéis que tienen niñas en edades que se lo realizan y conocéis que van a viajar a sus países, ponerlo en conocimiento de las autoridades porque en ese pequeño gesto podemos salvar la vida de una niña.

De las muchas frases que se me han quedado marcadas de él, hay la siguiente de un pastor: "Hay un largo camino para poner algo de cordura a la mentalidad de esta gente, no hay desarrollo si no hay paz, porque ésta es la principal, y en cuanto se destruye o degrada la dignidad de una mujer, no hay paz".

Muchos besos rinconeros y rinconeras y nos vemos en un rato con otro documental que he tenido la suerte de ver en Netflix