A mi me parecería algo atroz, triste, sombrío, sin luz, sin colores, sin vida, sería un asesinato a la imaginación, que solo de pensarlo y escribiendo estas simples líneas se me ponen los pelos de punta y me entran ganas de llorar.
Desde que la memoria me llega, recuerdo a mi madre entre los barrotes del hospital donde pase mis primeros años de vida leyéndome todo tipo de libros, y cuando digo de todo tipo, es de todo: cuentos infantiles, obras de teatro, poemas de Federico García Lorca.
Y ahí con mi madre con ese pequeño objeto en la mano lleno de letras que en ese momento ni entendía, solo soñaba con el día de poder saber identificarlos y poder leerlo yo sola.
Los años pasaron y en el colegio en el que entré, la verdad es que me enseñaron a reconocer y unir letras desde casi el primer momento, por lo que con cuatro años, ya podía leer pero de forma no fluida, claro.
En todas las grandes crisis de mi vida, en los grandes momentos, en los viajes, siempre he ido acompañada de un libro, porque aunque tengo ebook, yo soy más de papel, de pasar la hoja, de oler el libro, de sentir su vida en mis manos.
Y en las últimas semanas donde el confinamiento ha sido obligatorio, los libros están siendo unos de mis grandes compañeros de confinamiento:
- Sitios en los que resguardarme
- Sitios en los que ahogar mis penas
- Sitios en los que calmar mi ansiedad
- Sitios en donde pasar en muchas ocasiones las interminables horas del día
- Sitios en los que poder llorar
- Sitios en los poder soñar con el momento de salir de casa
- Sitios en los que como siempre poder imaginarme dentro de esa historia, y ser testigo de lo que en ella cuentan
Quien me conoce bien, sabe que el mejor regalo que me puede hacer, es un libro.
Por eso hoy quería hacer este post, en el Día del Libro ¿Por qué se celebra?
El Origen del Día del Libro se remonta a 1926. El 23 de abril de 1616 fallecían Cervantes, Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega. También en un 23 de abril nacieron – o murieron – otros escritores eminentes como Maurice Druon, K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla o Manuel Mejía Vallejo. Por este motivo, esta fecha tan simbólica para la literatura universal fue la escogida por la Conferencia General de la UNESCO para rendir un homenaje mundial al libro y sus autores, y alentar a todos, en particular a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y respetar la irreemplazable contribución de los creadores al progreso social y cultural.
En Cataluña hoy es Sant Jordi, y aunque este día del libro lo voy a pasar en casa y no voy a poder como cada año, regalarme un libro -porque a mi eso de la rosa como que no me va mucho- quiero poner en valor al mundo de la lectura:
- que tanto acompaña y reconforta
- que te ayuda a pensar y tener criterio propio
- que te enseña la historia
- que te muestra diferentes realidades
Y así un sin fin de utilidades que hacen de los libros, quizás uno de mis bienes más preciados. En todas las casas en las que he vivido, nunca me ha faltado su compañía, y me puede faltar cualquier cosa, pero jamás, nunca un libro que leer.
Muchos besos rinconeros y rinconeras y feliz día del libro a todos y todas, en un rato nos volvemos a ver con el estreno de la tercera temporada de una serie que hoy llega a Netflix.
¿Cuál es el libro que os está acompañando este día? El mío me lo regalaron por mi cumpleaños y ya me queda menos de un asalto para terminarlo...
:) :) :) :) :)
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