sábado, 1 de febrero de 2020

¿El superhéroe que todos y todas necesitamos? El vecino


Desde que durante las vacaciones de Navidad vimos anunciada esta serie en Netflix y vimos dos cosas:

que el actor principal era Quim Gutiérrez
que uno de sus directores era Nacho Vigalondo

Sabíamos en casa que acabaríamos viéndola, en la que el menos es el más y los superpoderes son los de la risa a través de una locura tranquila y medida, poniendo en valía valores como la amistad y el amor.


LO QUE MÁS ME HA GUSTADO DE ELLA:

- Ese personaje caradura y costumbrista de Quim Gutiérrez, al que nunca mejor dicho los poderes le caen del cielo y ni sabe como gestionarlos ni como acertar con el uso de éstos
- Ese ambiente de barrio obrero que huye de los tópicos establecidos en los mundos de los superpoderes de que muchos y muchas tienen además un alto poder adquisitivo
- La lucha social de fondo, tratando un tema tan atroz y que tantas lágrimas está trayendo a las familias como son las casas de apuestas
- El amigo del superhéroe, esa especie de Watson que todo el mundo necesita como bastón de su fuerza y poder


- Los personajes fuertes y porque no decirlo empoderados de las chicas de la serie, con la gran sorpresa final
- Se aleja de los grandes efectos especiales, para centrarse en el plano terrenal
- La apariencia casposa
- Una banda sonora que acompaña cada acción, con una ochentera y acertada apariencia

Pero ¿De qué va esta serie?


A Javier no le van demasiados bien las cosas. Apenas llega a fin de mes con un trabajo precario, y su relación con Lola no va precisamente bien. Lo que menos necesitaba es que un extraterrestre le cayera encima y le pasará sus superpoderes antes de morir.

Ahora, Javier es un superhéroe, y no le va ni un poquito mejor que antes. Resulta que los superpoderes no sirven para nada cuando te echan del trabajo o cuando tu novia decide que tenéis que tomaron un tiempo. Menos mal que ahí tiene a José Ramón, su vecino, que va a enseñarle a usar sus poderes para el bien y a ocultar su identidad secreta, especialmente a Lola, que ha decidido darle un giro a su mediocre carrera de periodista investigando a Titán, el misterioso superhéroe.

Y una pregunta me surgió cuando la terminé ¿Habrá segunda temporada?

¿Os la recomendaría? Pues sí, porque lo digo en el mejor sentido de la palabra, es una nueva ida de pinza de un Vigalondo que nunca dejará de sorprender en todo lo que hace.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y espero que esteis disfrutando de este solecito insólito que nos está regalando el primer día de febrero.

Mañana además de una recomendación que os quiero hacer, compartiré mi post sobre los estrenos, ayer no pude porque tuve uno de esos días que van a pasar formar parte de los grandes momentos de mi vida, la boda de dos personas a las quiero y admiro.

Cierto es que no es necesario firmar un papel que te una de sentimientos a otra persona, pero ayer por la mañana después de más de 25 años, mis tíos firmaron su amor delante de algunas de las personas que más les queremos.

En estos 25 años nos han enseñado como con amor, respeto, cariño, sinceridad, admiración y confianza se puede vivir un amor que perdure en el tiempo, porque juntos de la mano han saltado muchas vallas y derribado muchas barreras.

Nos han enseñado como día a día se puede educar a su hijo con unos valores y una mente de mirar al mundo sin maldad, y hacer de él un ser mágico y lleno de luz como ellos.

Forman un equipo maravilloso al que uso como espejo de vida, y espero dentro de muchos años que David y yo podamos seguir mirándonos con el mismo amor que ellos.

Ayer vivimos un día muy especial donde las miradas cómplices de amor que les llevan acompañando tantos años, les sigue acompañando, así que solo puedo seguir diciendo en voz alta que soy muy feliz de que uno de los mejores hombres que conozco encontrará a la mejor mujer. Por muchos más años de amor y seguir dejándonos vivir a vuestro lado. Os quiero mucho

:) :) :) :) :)


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