sábado, 25 de mayo de 2019

Relato de un talento con sudor y muchas lágrimas: Yuli

Gustos y economía pueden no ir de la mano, por eso no ha sido hasta que hace unas semanas cuando subieron la película que siento hoy en este rincón a www.filmin.es, cuando pude ver Yuli, una película donde el talento, el dolor y el esfuerzo se ve reflejado plano a plano en una historia donde se busca emocionar a través de cada movimiento o baile.


Película sobre el bailarín cubano Carlos Acosta, un viaje temporal a través d su vida, leyenda de la danza y primer bailarín negro en interpretar algunos de los papeles mñas famosos del ballet, originariamente escrita para blancos, en compañías como el Houston Ballet o Royal Ballet de Londrés (donde ha sido su primer bailarín durante más de 15 años):


Cuenta desde su dura infancia hasta su madurez, etapa que será protagonizada por el propio bailarín, quien, pese a su éxito y reconocimiento internacional, nunca olvido sus orígenes.

Una infancia curtida a base de palos -no solo físicos- y en donde Cuba siempre estuvo presente por sus ansías de volver y en donde el baile termina siendo una forma de entender y sentir su vida.


Una película me repito muy emocionante y desgarradora, donde no se sabe cuanto hay de ficción y cuanto de realidad, pero donde el baile toma tanta fuerza como para llevar escenas de su propia vida encima de unas tablas.

LO QUE MÁS ME HA GUSTADO:

- Un guión hilado y perfilado donde la verdad es dura pero esperanzadora porque fue mucho lo que consiguió ese niño
- Una escenografía y ambientación cuidada
- Los diferentes Carlos Acosta que deslumbran con su inocencia y templanza
- Su música que te desplaza a sentir la música y el dolor
- Coreografías llenas de vida y músculo
- Planos cortos y en constante movimiento


Me declaro una fiel amante del cine que hace Íciar Bollaín que se caracteriza por un estilo intimista donde los matices y esa belleza estética y desgarradora te explota.

¿La habéis visto? ¿Os la recomendaría? Pues sin lugar a dudas, porque aunque no es mi película favorita de Bollaín, es una belleza desde que comienza hasta que finaliza.

Me despido de vosotr@s en esta jornada de reflexión, felicitando a todos y todas las frikis -entre las que me incluyo- porque es nuestro día ¿Quién dijo que ser friki es malo? 



Muchos besos rinconer@s y mañana nos vemos :) :) :) :) :)

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