martes, 24 de abril de 2018

Rara, viva, real... La forma del agua

En la diferencia, en lo raro, en lo extraño, en lo diferente encontramos la grandeza, encontramos aquellos films que aunque parezcan irracionales están llenos de belleza, de sentimientos, de emociones no habladas, y sin duda La forma del agua, es una de ellas, aunque con todo mi respeto ni muchísimo menos para mi es la mejor película del año.


Elisa, es una joven muda que trabaja como conserje en un laboratorio en 1963, en plena Guerra Fría, donde se enamorará de un hombre anfibio  que se encuentra recluido.

Con esta sinopsis y las palabras de un amigo que la había visto y no le había gustado nada, me senté hace un par de fines de semana a verla, eso sí y por supuesto, en inglés y me lleve dos gratas sorpresas:

A pesar de lo no dicho y hablado es muy bella y con un mensaje de amor sin mirar en lo fuera hermoso.
Es bastante lenta, haciéndose a ratos pesada.


Nos enseña un lenguaje muy importante que en los últimos tiempos estamos olvidando, el lenguaje de la compasión, no importa como seamos sino lo que tenemos dentro y esa capacidad que podemos tener de tener empatía por el otro es lo que nos diferencia de los animales.

Luce mucha belleza y lenguaje poético y junta dos seres en apariencia opuestos, alejándose del puritanismo ni las perversiones.

Un film que sabe seducir y que de nuevo nos muestra la obsesión de Guillermo del Toro por los monstruos, y esa delicadeza fina e integra de retratarlos como parte activa de la historia, con piel e inclusive alma, siendo personajes de pleno derecho en la película.


Como os decía al principio no creo que sea mi película favorita del año pero si es una de esas que reconforta y perdona con la humanidad.

¿La habéis visto? ¿Qué os parece? ¿Si os la recomiendo? Pues sin dudarlo porque creo que la magia, la belleza y los valores siempre deberían estar de moda.

Muchos besos rinconer@s y que paséis una buena última semana de abril :) :) :) :) :)

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