viernes, 1 de diciembre de 2017

El mismo día en distintos años. Así es cómo ha cambiado mi película vital

Hace hoy un año estaba compartiendo con vosotr@s el siguiente post: Un brillante homenaje al cine negro.

Y en este 1 de diciembre se avecina una tarde de trabajo intenso y emociones fuertes, y quiero compartir con vosotr@s cómo ha cambiado la película de mi vida.

Hace exactamente un año:

* Estaba pasando por un brote terrible de la espondilitis, donde lo anímico influía mucho en lo físico.
* Estaba mucho tiempo en casa, con poco que hacer y muchas vueltas a la cabeza que dar.
* Estaba en el paro desde hacia cinco meses.

Pero hoy justo un año después, os puedo decir:

* Que aunque mi enfermedad me sigue ando varapalos, yo la miro de frente y con otro ánimo, porque en la espondilitis lo anímico influye mucho en los brotes y dolores. ¿Si tengo dolores? Pues ni os imagináis pero mi ánimo y actitud es distinta.
* Tengo cuatro piedras en los riñones, que ya me han dado un problema grande pero que me están tratando y estoy animada en que se va a solucionar.
* Sigo durmiendo junto al amor de mi vida, que en estos 365 días me ha seguido demostrando lo mucho que me quiere y me respeta.
* He sido tía, algo realmente excitante.
* Mi madre ha encontrado trabajo, sí temporal, pero trabajo y verla con otra cara y ánimo me hace muy feliz.
* Pero sobre todo y muy importante para mi, este 1 de diciembre de 2017 a diferencia del de el año pasado, estoy trabajando.


Sonará ridículo, pero para mi, mi trabajo me da vida, me da ánimo, me da fuerzas, me da energía para tratar de ser mejor, me da la estabilidad mental y confianza que esta miedosa bloguera necesita.

Llevó bastante tiempo diciéndole a mi chico, que la hora de ir a trabajar para mi, no es una tortura ni un esfuerzo, es verdad que me gustaría que los fines de semana durarán más pero, mi trabajo me da una felicidad gigante.

Mis compañeras son mi familia laboral y los peques me dan esa fuerza que hace que cada día quiera y hacer de forma más eficiente mi trabajo, porque nunca hay que conformarse con lo que se tiene, se es o sea aprendido, siempre hay que aspirar a más, a seguir ampliando nuestra mente y nuestros conocimientos ¿Por qué? Porque cuando el trabajo te gusta y las personas para las que trabajas merecen la pena, todo esfuerzo es pequeño.

Esta tarde tendremos una merienda con una empresa que nos va a echar una mano en un fin que nos hemos propuesto y que la verdad sea dicha necesitamos. Así que a los nervios de que todo salga bien y que todos y todas disfruten y lo recordemos como una tarde llena de magia, música y amor, se han unido semanas de trabajo, pero nada importa porque las emociones que aventuro viviremos merecerán la pena.

Que paséis un gran fin de semana, en donde compartiré los estrenos de cine, pero hagáis lo que hagáis recordad, ¨sonreír que es gratis¨.

Hasta mañana :) :) :) :) :)

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