Si os gusta el cine o el teatro español y os digo los nombres de Julia Gutiérrez Caba y Miguel Rellán, me imaginó que a muchos y muchas se os abrirán los ojos como platos de los dos pedazos de actores que podemos encontrar en el Teatro de Maravillas de Madrid desde el pasado 15 de septiembre con la obra Cartas de amor.
Y si por desgracia no sabéis quienes son, pues os diré que nos encontramos ante un actor y una actriz de esos de oficio, de garra, de fuerza, de carisma, capaces de plantarse ante diversos y complicados personajes y salir de esos ya no solo airosos sino reforzados.
Cartas de amor es una obra original de A.R. Gurney que está dirigida por David Serrano.
Estos dos grandes monstruos de la escena se encuentran para dar vida a Melissa Gardner y Andrew Makepeace Ladd III. Estos dos personajes llevan casi cincuenta años mandándose cartas, notas y postales para contarse el uno al otro sus esperanzas y sueños, pero también sus decepciones y fracasos.
A través de sus palabras, conoceremos la evolución de sus vidas desde su temprana juventud hasta la madurez.
En una era en la que vivimos en la que somos absorbidos por las nuevas tecnologías, que la verdad de nuevas ya no tienen nada de nada, que bonito es ser testigo de escuchar cartas. ¿Quién no ha mandado nunca una carta? ¿Quién no ha esperado con nervios la llegada de alguna?
Que real y auténtico es cuando oímos y somos testigos de sentimientos y de la evolución de éstos, porque no son las mismas vivencias ni sentimientos con 20 que con 40 o 89 años. Cada etapa evolutiva tiene sus carencias, necesidades y prioridades y mantener viva la amistad durante tantos años a través de cartas me parece algo hermosísimo.
Yo os debo confesar que en el diógenes que tengo de guardar y tener a buen recaudo mis recuerdos, todavía tengo metidas en una caja las cartas o notas que he mandado o recibido de viejos amig@s, y siempre que las releo es que teletransportarme a esa época de mi vida, y descubrir como he llegado a crecer como persona y como esas cosas que me quitaban el sueño con 16 años, ahora a mis 33 castañas, lo veo pequeñeces de la vida, pero esas me hicieron ser la mujer que soy en este momento vital.
En definitiva que la obra de teatro de hoy, me parece un homenaje a ese correo que ha recorrido el globo terráqueo lleno de buenos y malos momentos, en manos de dos actores que a mi me parecen maravillosos.
¿Nos vemos en el teatro rinconer@s?
Muchos besos :) :) :) :) :)
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