lunes, 28 de agosto de 2017

La Pilarcita ¿Creemos o no en los milagros?

Ignoro si los milagros existen, porque la verdad es que nunca he sido protagonista de uno pero lo que sí reconozco es cuando voy a ver algo y así poco a poco, casi sin ruido y a través de los sentimientos y la inteligencia se convierte en algo colosalmente enorme, no me queda otra que sentarme y compartirlo.

Hace unas semanas cuando volví de vacaciones, como os comentaba unos días atrás en mi visita al Centro, ya tenía más que decidido que iba a ir a comprar entradas al Teatro Lara para poder ver La Pilarcita, una obra ambientada en un pueblo extremeño en la que como plato principal se encontraba una goyarizada actriz, Anna Castillo (El Olivo).


Y así con prisa porque llegaba tarde y con la pausa de haber borrado de mi mente la sinopsis de la obra y entre cantos de guitarra el sábado pude ir a verla junto con mi chico y dejarme llevar, sorprender, reír, emocionar y porque no soñar:

Soñar que a lo mejor los milagros existen.
O soñar que los milagros si los quieres, si los deseas, lo que hay hacer es cogerlos, pagarlos e irte.


En esta historia Selva, y su enigmática pareja, llegan desde la gran ciudad a un remoto pueblo de España en busca de un milagro. Allí se hospedan en un precario hotel regentado por Luisa, hija de los dueños, y Lucía, su amiga adolescente que borda día y noche deseando terminar su traje para la tradicional fiesta del pueblo que homenajea a una santita popular: La Pilarcita.

Entonces, Selva y Lucía tendrán una extraña amistad en busca de alcanzar un milagro y cambiar sus destinos... Porque en esta pieza, están los que creen que los milagros es algo que llega de forma inesperada, y arbitrariamente, y están aquellos y aquellas que los construyen en el día a día, casi de manera artesanal.

¿Vosotros o vosotras creéis en los milagros? O quizás ¿Sois más pragmáticos como yo y creéis en la fuerza de la persona, sus objetivos y todo el trabajo para poder alcanzar sus sueños, que no milagros?


Bajo un sol de justicia en Extremadura, todo sea dicho un frío que pela en el Teatro Lara (gracias por el aire acondicionado, pero este debería servir para refrescar no para que los que vayamos suframos una pulmonía doble), vamos viendo pasar la vida, milagros y hechos de esos pintorescos y arraigados personajes que se debaten entre el amor a la tradición o la lucha por dejar de lado una vida que en principio algunos y algunas pueden considerar aburrida, donde los miedos, las envidias y los cotilleos están a la orden del día.

En un principio, me pareció que la obra a través del humor y con unos momentos muy graciosos va profundizando en temas universales, como el amor, la felicidad, la inactividad... Hasta que llega un momento en que sin esperarlo digamos como la situación ¨peta¨, pero con la elegancia y la guitarra de un Alex de Lucas que encandila al espectador con su sonrisa.

¿Qué me pareció Anna Castillo? Pues una actriz, con mucha verdad, con mucho sentimiento, con mucha intensidad en sus diálogos y gestos, en su forma de pisar, en su forma de mirar, en su forma de sentir y respirar. Todo lo que ella transmite es verdad y eso me encanta, y creo que además no se puede disimular cuando alguien está trabajando de cara al espectador desde esa verdad o desde un cliché de estereotipos y mentiras, y ese no es su caso.

La Pilarcita en mi opinión es un viaje a una España profunda en donde algunos y algunas siguen creyendo en que los santos y santas nos pueden oficiar milagros, quizás dejando de lado la realidad en muchos casos cruel y despiadada que vivimos. Pero también os digo una cosa, y sonará a típico, pero le fé mueve montañas.

En principio esta obra solo estaba los domingos hasta finales de agosto, es decir como este pasado fin de semana como última fecha, pero espero y deseo que el Teatro Lara la reponga, porque en su escaso espacio teatral y su cercanía al público, vence una obra donde la sentimentalidad, la religiosidad y la lucha van de la mano.


¿La habeis visto? ¿Qué os parece? Le auguró a Anna Castillo un buen final y comienzo de año con el estreno de las películas de La Llamada y Oro, lo nuevo y esperado de Agustín Díaz Llanes.

Muchos besos rinconer@s y después de un día que ha sido complicado por mi rechazo al preparatorio a la prueba que me debía hacer y que me tiene hoy doblada en mi casa, me despido de vosotros y vosotras pero solo hasta mañana, de nuevo dando las gracias por cada click y cada visita.

:) :) :) :) :)

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