miércoles, 12 de abril de 2017

Planes de Semana Santa para Madrid: Piedad y terror en Picasso en el Reina Sofía

Hola rinconer@s, ya con ganas de Semana Santa? ¿Los privilegiados y provilegiadas ya habéis preparado las maletas para disfrutar de estos días fuera de casa? Aprovechar, aprovechar que según van diciendo va a hacer un tiempo divino :P



Yo como en principio y salvo sorpresa porque el lunes es mi cumple, no haré nada en especial, hoy os quiero dejar un plan que me descubrió mi madre hace unos días para los y las que nos tenemos que quedar por Madrid o los que vengáis a Madrid a disfrutar de unos días en preciosa ciudad.

Porque desde el 5 de abril y hasta el 4 de septiembre el Museo Reina Sofía de Madrid ha puesto en pie la exposición dedicada a Picasso con el nombre de:
Piedad y terror en Picasso. El camino a Guernica.


Coincidiendo con el 80 aniversario de la primera vez que se expuso Guernica, el Museo Reina Sofía presenta en abril de 2017 la muestra Piedad y terror en Picasso. El camino a Guernica. La exposición aborda la visión que proyectó Picasso sobre la guerra moderna –guerra desde el aire, muerte en la distancia, cuyo objetivo era la destrucción de poblaciones enteras– así como la singular iconografía de agonía, perplejidad y horror que este tipo de violencia trae consigo. En concreto, se centra en las raíces del imaginario de Guernica que podemos encontrar en obras previas del pintor, realizadas en los años posteriores a 1925, donde ya aparecen escenas de acción frenética y extática, a menudo rodeadas de un halo de peligro y que presentan situaciones de violencia explícita: bailes desaforados, feroces enfrentamientos entre el artista y la modelo, monstruosos forcejeos de índole sexual en la playa, o mujeres atrapadas en sillones con la boca abierta en un grito o rugido salvaje. Picasso trató esta temática en varias ocasiones. Decía que en sus cuadros de desnudos el sillón simbolizaba la muerte yacente que aguarda a la belleza; y cuando le preguntaron por la tristeza y la ansiedad que acechaban los cuadros de Dora Maar, replicó abruptamente que la mujer no era más que “una máquina de sufrimiento”, una declaración que algunos entendieron como compasiva y otros, como arrogante. Sin duda, en Guernica la compasión ganó la batalla. Asimismo, cabe destacar que en el cuadro la violencia “no” es parte de un baile sexual en el que la agresión y la sumisión se mezclan con el deseo y el placer. Sin embargo, en el conjunto de la obra de Picasso a menudo sí se produce esa fusión. En este sentido, la exposición busca explorar las profundas ambivalencias en las que incurrió el artista en el tratamiento de la violencia y la sexualidad.

Guernica representa un interior que se desmorona, una habitación rota en mil pedazos por una bomba. Para el artista este era un tema nuevo y extremadamente difícil. Desde el principio, su universo pictórico se basó en el espacio contenido de una habitación: celebraba y confiaba en la intimidad y cercanía garantizadas por cuatro paredes y una ventana. No obstante, llama la atención cómo se siente atraído por todos los elementos de la modernidad del siglo XX que ponen en riesgo dicha habitación-espacio.

Por otra parte, se analiza el nuevo tratamiento que Picasso hizo de los interiores a partir de 1924. A este respecto, cada vez con mayor frecuencia, cuerpos rotos o desmembrados invaden salones y estudios, y el mundo exterior presiona para entrar por la ventana. La habitación se acaba poblando de monstruos. Finalmente, en torno a 1930, las criaturas escapan de la habitación y comienzan a encontrar su sitio en un espacio abierto, incluso público. Los monstruos se vuelven monumentos. La monstruosidad en su obra no es en absoluto sencilla ni tiene una connotación negativa; más bien, es una nueva forma de vitalidad y auto-reconocimiento. 


El recorrido planteado por la exposición pone de relieve que no hubiera sido posible para el artista concebir Guernica –esa puesta en escena final de una inmensa tragedia dirigida al ámbito público– sin estos singulares experimentos anteriores. Por esta razón, la muestra arranca con las naturalezas muertas y los interiores de los años 1924 y 1925,  para dar paso a cómo Picasso abordó la monstruosidad y la violencia a finales de esa década y durante la siguiente, con sus terribles retratos e interiores realizados al comienzo de la Segunda Guerra.

Os adelanto antes de nada que esto anteriormente dicho es un copia y pega literal de la página que el Museo ha hecho a modo de "resumen" de la que creo que va a ser la exposición del año en Madrid, y es que si hace años ya el Reina Sofía arrasó en su exposición sobre el pintor catalán Dalí, seguro que este año o se acerca en cifras o arrasará a aquella ya mítica muestra.

Por experiencia propia os diría que si queréis ir a ver esta muestra antes de nada y con tiempo cojáis las entradas o reservéis por internet porque luego se forman unas colas que puede ser que si además de darte el madrugón, te das el paseo puedes quedarte sin verla. Además que mirando precios por la página y horarios, descubrí que para los y las desempleadas hay precios especiales, y la verdad que se agradece porque parece que por estar sin actividad laboral remunerada ya no tienes derecho a tener ocio.

Si vais por favor comentarme que os ha parecido, porque a mi creo que Picasso salvo algunas de sus obras por su fama mundial es un pintor por desgracia bastante desconocido para mi, y me alegro que en Madrid haya la oportunidad de ver esta muestra con tantas y buenas pieza.

Hagáis lo que hagáis este Semana Santa, solo os puedo decir que disfrutéis y si cogéis el coche precaución y nos vemos a la vuelta, aunque me temo que este maxipuente yo también me sentaré por aquí :P

Muchos besos rinconer@s y hasta mañana con más y espero que mejor

:) :) :) :) :)

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