sábado, 27 de agosto de 2016

Lavar, marcar y enterrar: entretenida, divertida, con mucha laca y un sótano lleno de emociones

La semana pasada me senté por este rincón para poder compartir con vosotr@s las impresiones y sorpresas que me había generado La Llamada.

Hace una semana exactamente me volvieron a tocar en un sorteo del Teatro Lara de Madrid, dos entradas para poder ver en su Sala Off, la obra Lavar, Marcar y Enterrar, una obra que había leído que las risas estaban aseguradas.


Y en el que la niña o jovencita que algún día fui la ilusionaba ver a Miriam Díaz Aroca, porque la historia de la televisión no hubiera sido la misma sin ella, entonces a la emoción y expectación que siempre se me genera cuando voy al teatro, se sumaba el ver a "una ídola", porque además hay que recordar que Díaz Aroca es una actriz que una de sus películas ganó un Oscar: Belle Epoque.


En un local del barrio madrileño de Malasaña, cuatro peronajes se ven forzados a compartir 80 metros cuadrados durante una noche de armas sin seguro y peligrosos recuerdos. Lucas y Roberto, dos frustrados aspirantes a policía nacional, conviven durante horas con Gabriela y Fernando, ella la orgullosa duela de la peluquería Cortacabeza y él su mejor pero más neurótica empleada.

¿Por qué los fantasmas no tienen pelos en la lengua cuando cuentan sus miserias? ¿Por qué intentamos alisar nuestro futuro cortando solo las puntas? ¿Consiguen horquillas, bigudís y rulos para rizar un argumento? ¿Se puede uno salvar de la verdad por los pelos? ¿Es necesario que el pelo esté húmedo para cortar por lo sano con el pasado?

Es una comedia de balas, calaveras y pelucas. Nos descubre la venganza que se sirve al calor de un secador de mano y no hay mejor defensa que un buen tinte. Nos enseña que es fácil  enterrar el pasado pero muy complicado que este permanezca inmóvil y en silencio en los sótanos de una peluquería.


Una de las cosas que más me gustó de la obra y eso que estaba entrando en la sala fue como las actrices interactuaban con el público, creo que es una herramienta muy eficiente para ganarte al público, que se vaya metiendo en la trama y lo que es más importante, que vayan guardando silencio.

Luego la verdad es que fue un no parar de reír, porque hay situaciones que se viven mientras "estamos secuestrados" que parecen muy locas, pero así entre risa y risa ves el fondo de la obra con unos diálogos y unos sentimientos que se muestran que hacen que a las risas les siga como denomino yo, "la miga de la obra".

¿Por qué todo vale para mantener aquello que queremos o que soñamos? ¿La verdad es dolorosa en el silencio o solo cuando explota?

Solo os puedo decir que a mi me encantó, solo puedo recomendarla y que os acercaís a Rompecabezas no olvidéis el buen humor y las ganas de disfrutar Me encantó todo el reparto pero caso aparte es Díaz Aroca, la cuál me dejó con un regusto muy sabroso al ver como detrás de todo el humor hay una verdad, hay un fondo, hay unas emociones, hay unos sentimientos, pero sobre todo hay un amor a esa peluquería a la que le ha entregado su vida.

Y así para poner un final a este post de hoy deciros que va a ver secuela de esta obra, así que deseando estoy de ir a verla...


Besos rinconer@s y hasta mañana :) :) :) :) :)

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