lunes, 8 de agosto de 2016

El niño en la cima de la montaña: nunca habrá las suficientes historias sobre el nazismo

¿Qué tal vuestro fin de semana rinconer@s? Yo el mío ha sido de desconexión, buen humor, agua, barbacoas.... junto con mi chico y unos amigos, sin dudarlo de los mejores que tenemos, de esos que sabes que están cuando los necesitas y además saben estar cuando te hacen falta.

Como la semana pasada os adelanté el estar descansando hace que vuelvas a retomar tus aficiones con más fuerza y ganas si es posible, mis ganas se vieron reflejadas en que hace dos domingos en dos horas me leí un libro y aunque me gustó la historia hay unos contras que hoy me gustaría poner en común con vosotr@s sobre El niño en la cima de la montaña de John Boyne.


El punto de partida de esta historia en la que Boyne vuelve a poner a un niño como protagonista (recordemos El niño con el pijama de rayas) es París en 1935. Los primeros siete años de la vida de Pierrot, de padre alemán y madre francesa están marcados por el candor de la infancia no muy distinta de la de cualquier niño. Pero al igual que para millones de personas, la guerra lo cambiará todo. Tras la muerte prematura de sus padres, Pierrot tiene que abandonar París y se separarse de su íntimo amigo Anshel, un niño judío de su misma edad. Deberá viajar solo hasta Alemania para vivir con su tía Beatrix en la casa en la que está empleada. Y no se trata de una casa cualquiera, sino de Berghof, la enorme residencia que Adolf Hitler tiene en lo alto de una montaña en los Alpes de Baviera. 

Hasta su llegada a Alemania, el pequeño Pierrot que ahora se llama Pieter no sabía nada acerca de los nazis.

Ahora acogido en el entorno íntimo del todopoderoso Führer, se verá envuelto en un mundo tan extrañamente seductor como peligroso, en el que no habrá lugar para la inocencia. Al final de la guerra, Pieter logrará regresar a París en busca de algo que le permita aliviar el peso de su culpa, y en las últimas páginas, se encuentra un desenlace que enseña al lector las dimensiones del perdón y la amistad.

Aunque también os digo que no hay mayor ni mayor perdón, que cuando uno/a se perdona así mismo, de errores que haya podido cometer en el pasado.

COSAS QUE ME HAN GUSTADO DEL LIBRO:

- Que Boyne nos mete de lleno en la vida y cuerpo de los nazis, está vez desde mucho más adentro, porque nos enseña a un Hitler en casa y en el tú a tú.

- El transcurrir del libro, es decir como ésta se va desarrollando y va avanzando hacia unos lugares que cuando comienzas el libro no sospechas que vaya a suceder.

- Como so decía en el título nunca se escribirán las suficientes historias (y mira que hay) de nazis, y además nunca nos deberíamos cansar ni de verlas ni oírlas, porque conocer nuestra historia es la única forma de volver a cometer y asumir los mismos errores. Pero parece que esto en la Europa actual no surte efecto viendo sus políticas y actos.

COSAS QUE NO ME HAN GUSTADO:

- A pesar de que la historia es fuerte, creo que de nuevo Boyne recurre a una literatura y una forma de narrar muy común, muy corriente. No pongo en duda y admiró profundamente la valentía de escribir un libro pero creo que la forma de meterse al lector en el bolsillo es muy importante. Y la forma de este libro es mediante una forma de narrar sin artificios que aunque muchas veces cansan, la historia sorprende pero no llega a más, porque tampoco las palabras usadas ni las formas de contarlo dan para más.

- Aun a pesar de que la historia es muy buena, el final del libro a mi me dejo desconcertada, porque atrás quedan hechos muy fuertes que parecen diluirse en el tiempo y saltarse parte importante de hechos que le pueden suceder al protagonista para enfrentarse a ese final.

- Hay momentos que va muy deprisa y pasamos de tener 7 a 16 años en un abrir y cerrar de ojos. Que se agradece leer algo rápido y dinámico, yo no lo pongo en duda, pero creo que hay momentos a los que se le podría haber sacado más provecho.

En definitiva ¿Os lo recomendaría? Pues la verdad es que sí, porque soy de la forma de pensar que no hay mejor forma de juzgar y tener nuestro propio criterio que leyendo nosotr@s mism@s y al fin de al cabo está de aquí arriba no es más que mi opinión, que puede discrepar de la vuestra.

Y que buna y útil es la discrepancia rinconer@s, pues con esto y un besazo enorme me despido de vosotr@s pero solo hasta mañana :) :) :) :) :)

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