jueves, 5 de noviembre de 2015

Miguel de Molina al desnudo... la triste biografía de una de las grandes estrellas de la copla.

Desde que el pasado 3 de octubre se estrenó en el Teatro Cervantes de Málaga, Miguel de Molina al desnudo, mis ganas de verla fueron increchendo:

Porque me encanta el teatro.
Porque la copla me evoca a personas muy queridas por mi que les encantaba este género musical.
Porque todo lo que había oído de ella eran críticas bonitas.
Porque me gusta mucho Angel Ruíz.


Así después de un año de gira por toda España, éste pasado fin de semana me fui con mi chico y una amiga al Teatro La Jaramilla de Coslada a disfrutar de esta obra.... y la verdad es que el disfrute y la emoción no faltaron desde que oímos en los altavoces del teatro: "quedan cinco minutos para que de comienzo la rueda de prensa".... ¿Rueda de prensa?


De Miguel de Molina se puede decir que todos han oído sus canciones, pero que muy pocos conocen la personalidad arrolladora y la verdadera historia de un hombre que transformó la copla y transgredió el género patrio en la escena. En este espectáculo, un diálogo abierto con el público., Miguel se enfrenta a su pasado, pero desde nuestro presente, trazando un puente entre su mundo y nuestro entorno más cercano.
La conmovedora historia de uno de los más singulares artistas de nuestro país y su lucha por su eterno y no caer en el olvido. Un puñado de canciones y de emociones que nos conectarán con un mito inolvidable: Miguel de Molina.

Con una escenografía pulcra, escasa, regia, centrando la atención en lo realmente importante, Angel Ruíz, que con una gracia y alto sentimiento nos va narrando una triste biografía, la de un malagueño que hacia trabajos a escondidas para meterle a su madre unas monedas en el monedero.

Un señor que llegó a cobrar 5.000 pesetas antes de la guerra por actuación y que tuvo que irse de España porque le prohibieron volver a actuar en el territorio español, y por un solo motivo, ser homosexual.

La grandeza de la obra la marca la alternancia de la tragedia a la comedia; de la copla al monólogo; de la tristeza a la alegría; del cinismo a la alegría fingida....


Posee ocho grandes momentos:

- Ese principio captando al atención del espectador.
- Ese recorrido cronológico por su vida, obra y carrera.
- Ese conocer a García Lorca y sufrir por su asesinato.
- Ese cambio de camisa, que representa más que un cambio de vestuario.
- Esa sentimentalidad y emoción que le evoca la canción Ojos verdes.
- Esa partida de España y periplo por varios países.
- Y ese recuerdo imborrable de su España, de su Málaga, de su Sevilla.

Porque por encima de su vida, obras viajes, canciones... Miguel de Molina solo aspiró a una cosa, ser libre, poder vivir en libertad, sin ser juzgado, perseguido o apaleado. Y con una premisa, su vida era suya y la sentía y vivía como él quería.

Bravo por el trabajo de Angel Ruíz que está lleno de matices argentino-españoles, con señorío, con clase, arte y una audacia para estar pendiente de todo y de todos y así hacer que el espectador clavé sus ojos en él.


Precioso homenaje a la figura de ese inmenso malagueño y artista que fue Miguel de Molina porque las coplas fueron su vida y en ésta luchó por una cosa su libertad.

Todavía y dado que sigue llenando salas y gustando al público, esta obra sigue de gira por muchas provincias y pueblos de nuestro país, así que yo no dudaría de ir a verla y dejaros llevar por esa historia y esa música que han marcado a toda una generación en nuestro país.

Y despedirme como no, con Miguel de Molina, porque sino este espacio no tendría sentido.


Besos rinconer@s y hasta mañana :) :) :) :) :)

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