Reikiavik en el Centro Dramático Nacional.

Os prometo que no lo puedo evitar es oír o leer Juan Mayorga y mis ojos se van irremediablemente hacia la noticia que sea, porque es uno de los referentes teatrales y culturales más importantes de la historia moderna en España.

Hace unos días buscando obras de teatro para compartir en este rincón, veo que bajo la dirección de Juan Mayorga en el Teatro Valle Inclán (Lavapiés, Madrid) que pertenece al Centro Dramático Nacional se va a estrenar la obra Reikiavik.

Y bajo ese nombre pintoresco y un reparto con los actores Elena Rayos, Daniel Albadalejo y César Sarachu, la apunté en mi libreta que me acompaña vaya donde vaya, y hoy me siento aquí para compartir esta obra de teatro que estará en cartel hasta el 1 de noviembre.

Es una obra sobre el ajedrez, ese arte que, como la vida misma, consiste en memoria e imaginación. También es una obra sobre la Guerra Fría. Y es, ante todo, una obra sobre hombres que viven las vidas de otros.

Bailén y Waterloo están unidos y separados por un tablero. Pero ellos no juegan ala ajedrez, juegan a Reikiavik. Juegan a ser Bobby Fischer, Boris Spasski, el arbitro alemán, el guardaespaldas islandés, la madre de Bobby, la segunda esposa de Boris, las novias que Bobby no tuvo, cien niños despidiendo a Boris puño en alto en el aeropuerto de Moscú, HenryKissinger, el fantasma de Stalin, el Societ supremo, el caballo negro amenazando al alfil blanco, los padres ausentes, los campeones muertos... No es la primera vez que hacen algo así, pero sí la primera vez que la hacen ante un tercero: un muchacho extraviado. Porque hoy buscan no sólo comprender qué sucedió realmente en Reikiavik, qué estaba realmente en juego en Reikiavik.

Hoy Bailén y Waterloo buscan un heredero.

Al leer esta sinopsis yo me quede de piedra porque es verdad que el ajedrez es uno de los deportes de raciocinio y estrategias más grande del mundo, yo que hace años que no juego lo recuerdo como un juego extremadamente complicado porque es de estar todo el rato alerta y pensado. Y las partidas que me echaba con mi primo Rubén son parte de esa memoria feliz de mi vida.

Pero es que además jugar a recrear un situación, me parece de traca y digna de ver porque además me recuerda a la obra La Avería que pude ver hace cinco años, con otra temática diferente pero con puntos en común muy fuertes, y si me gusto una porque no la otra??

Por eso esta semana esta es mi apuesta teatral ¿Nos vemos en el teatro y jugamos a ver como recrean lo que sucedió en Reikiavik?

Besos rinconer@s y hasta mañana :) :) :) :) :)