miércoles, 29 de julio de 2015

Ocho años sólo es el cocktail de bienvenida!!!

Hoy me he levantado con la mente y la memoria puesta hacia hace ocho años exactamente. A estas horas yo ya andaba pelín nerviosa pensando en ducharme, peinarme y pensar en la eterna pregunta "¿Qué me voy a poner?".

Hace ocho años cuando salí de mi casa pensé que era el primer paso hacia algo que iba a ser importante para mi vida, y ocho años después aquella declaración que hice a través de un sms a un móvil a las ocho de la mañana y con bolsa de plástico en la cabeza de por medio ha sido el mejor mensaje enviado y pagado a la par de la mejor decisión que pude tomar.

Como os imaginaréis hoy hace ocho años que comencé con el que es el hombre de mi vida, y sí el hombre de mi vida en el sentido amplio de la palabra porque no me imagino vivir una vida en la que él no esté y realizar sueños sin su compañía, sin acostarme por las noches sin dormirme viendo su cara. Y es que sí hoy hago ocho años con mi chico.


Quien me iba a decir a mi que aquel chico que me presentaron ha hecho 11 años una noche entrando a ver la peli de Troya terminaría siendo mi amigo y luego mi pareja, mi amor, mi confidente, mi amante, mi mejor amigo, mi colega de cañas, mi compañero de viajes, mi paño de lágrimas, mi diana en los dardos, el hombro en el que apoyarme, la referencia de mi vida, mi mejor bailarín....

Todo se resume en una palabra que me encanta, en mi chico, porque la palabra novio, aunque a veces la uso me parece cursi y mi chico o mi pareja me parece que amplia mucho más la cosa.... aunque quizás no debería usar el término mi, porque eso denota propiedad y yo quiero ser todo de él menos mi propiedad, porque él se pertenece a sí mismo, y eso me encanta de él.

Son ocho años llenos de viajes, anécdotas, cines, teatros, hoteles, cenas, comidas, meriendas, piscinas, pocas vacaciones, muchos sueños cumplidos, otros sueños que siguen apuntados en nuestros papeles, risas, lloros, discusiones, peleas, reconciliaciones... pero por encima de todo esto de mucho mucho amor.

Y es que vivir y sentir el amor es algo tan bonito y te hace sentirte tan especial.

Tenemos el amor de nuestras familias que se supone va adscrito en el ADN, el amor de nuestros amigos/as que nos ganamos y tenemos con los años, pero tener el amor de alguien que te quiere y te respeta por como eres hasta en las peores situaciones, es una de las sensaciones más grandes que puedo vivir len esta vida.


Mi chico, David, detrás de ese nombre fiestero, Napo, escondía una persona increíblemente buena, trabajador, comprensivo, cañero, con un carácter fuerte pero noble. Es un ser humano que me ha enseñado a no conformarme y a querer y aspirar a más y que el miedo no nos puede paralizar sino ser un impulso o un revulsivo para seguir con más fuerza. Porque para atrás ni para coger impulso.

Es una persona que me ha acompañado en mis buenos pero sobre todo en mis malos momentos, y por desgracia han sido bastantes, porque pasar por una depresión terrible por un tema delicado y peliagudo en el cuál siempre se ha mostrado cercano y respetuoso conmigo, y sí a eso le sumas padecer una enfermedad desconocida a los ojos de los demás pero cruel porque me mina muchas veces los ánimos, él ha sido el mejor bastón y paño de lágrimas.

Nunca ha puesto una mala cara en relación a mis problemas ni una mala contestación, a mis malos momentos me ha dado amor, amor y más amor, acompañado con grandes dosis de paciencia y respeto.

Y después de todo esto ¿Qué poder darle a este hombre?

Todos los días trato de que tengamos nuestro momento, nuestras conversaciones, trato de que además de pareja sea amigo (y en eso aseguro que es el mejor), trato de que no le falte la sonrisa de su cara, trato de que sienta cariño, respeto y amor por él, a la par de una tremenda admiración, porque ya no es solo el amor, es la admiración profunda que siento por él.

En los últimos tiempos me siento bastante por llamarlo de una forma fina "inútil" por no trabajar ni encontrar trabajo y sus palabras y su forma de actuar en esos asquerosos momentos son de empuje hacia arriba y de todavía si es posible más carga a sus espaldas. Y todo esto sin ningún reproche, sin ninguna mala cara y con ese gesto y ese beso que nunca vienen mal.

En definitiva que me vais a permitir que hoy me ponga tontona y romántica y que le diga a David, a mi chico, que gracias por todos y cada uno de los segundos que tengo el privilegio de vivir contigo y los 2.922 días que llevamos juntos no son más que el principio de la vida que deseo que llevemos el uno junto al otro.

Te quiero.


Me quiero despedir de este espacio con una canción muy nuestra y es que da igual donde vivamos o dónde estemos mientras sea juntos Davi!!!!



Besos rinconer@s y hasta mañana :) :) :) :) :)

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